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Ansiedad y depresión son los principales padecimientos que presentan la mayoría de los expatriados mexicanos, es decir, aquellas personas que viajan por más de 30 días al extranjero por estudios, trabajo, negocios, misiones o voluntariados.
El estudio de la Clínica del Viajero de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que reveló que esos padecimientos los presenta el 44 por ciento de quienes se trasladan a América del Sur; 16 por ciento a Europa, 13 por ciento a África, 12 por ciento a América del Norte, 11 por ciento a Asia, uno por ciento a América Central y a Oceanía.
El responsable de la clínica, Jorge Baruch Díaz Ramírez, informó que también se registraron otras enfermedades, como las respiratorias, en cuatro por ciento de la población; fobia social y diarrea del viajero, en tres por ciento respectivamente, junto a otras como dengue, en dos por ciento.
Estudio
La muestra del estudio es de 222 expatriados con una estancia fuera del país de entre 31 y 180 días, en promedio y se trata de 54 por ciento mujeres y 48 por ciento hombres, con un promedio de edad de 24 años.
Con base en las historias clínicas, 16 por ciento tiene una enfermedad preexistente; por ejemplo, uno por ciento está infectado con el VIH, 14 por ciento tiene condición psiquiátrica previa o actual, 17 problemas gastrointestinales, 22 dermatológicos, y 25 por ciento, endocrinológicos, como diabetes.
Resaltó que enfermedades como hepatitis B, VIH, gonorreas y sífilis son frecuentes en viajeros de este tipo debido a relaciones sexuales casuales sin protección.
“Se sienten desinhibidos en un nuevo ambiente, donde conocen a otras personas que tienen rasgos diferentes, atractivas para la población extranjera. Pero no hay que olvidar la importancia de usar preservativo”, explicó.
En el caso de quienes van a Europa, la diferencia es significativa con el resto de expatriados para el caso del alcoholismo, pues se reporta un aumento considerable en el consumo de alcohol en 14 por ciento de los casos.
Para Sudamérica predominan los problemas de ansiedad y depresión; para África depresión, y para Norteamérica ansiedad.
“Esperaríamos que la condición de ser Latinoamérica, de compartir el lenguaje, sería un factor positivo para quienes van al sur, pero existen otras determinantes, como la discriminación que se puede llegar a padecer”, apuntó.
