Una historia de amor propio

Abuelita se casa con ella misma tras pasar 40 años soltera

Luego de divorciarse y pasar cuatro décadas en soltería, Dottie decidió que era tiempo de hacer un compromiso consigo misma

Dottie decidió casarse consigo misma para alcanzar la felicidad.
Dottie decidió casarse consigo misma para alcanzar la felicidad.Especial
Por:

Hablamos de aceptación, de respeto, de percepción del ser, de los pensamientos positivos hacia nuestra persona. Eso es todo eso que llaman "amor propio", un compromiso que hacemos con nosotros mismos para procurarnos, para cuidarnos, para amarnos más que nadie, porque somos lo único que tenemos. Con lo que nacimos y con lo que nos vamos a morir: nosotros mismos. 

Se dice que antes de amar a otra persona, debemos amarnos nosotros mismos, por lo que esta historia que te contaremos nos demuestra que valorarnos a nosotros mismos, es de los mayores tesoros que la vida puede regalarnos.

[MISSING]binding.image.description
[MISSING]binding.image.descriptionEspecial

'Quiero una vida feliz'

Dorothy Fideli, mejor conocida como Dottie, es una mujer de 77 años que radica en Ohio, en los Estados Unidos, y quien luego de estar casada durante diez años y tener tres hijos, decidió divorciarse. La historia de amor propio de Dottie, ocurrió 40 años después de ese episodio.

Ella dijo que lo único que quería era ser feliz y, para ello, se llevó a sí misma al altar, haciéndose una promesa de amor propio a ella misma. Quería vivir un matrimonio feliz y tomó la decisión de casarse con ella misma pues, quizá, esta era la forma que tendría para conseguirlo. 

"Es algo que siempre he querido. Quería casarme y tener una vida feliz, pero las cosas no resultaron así y ahora tengo una segunda oportunidad de hacer algo que me hará feliz", declaró la mujer a los medios locales. 

Dottie tuvo un banquete para celebrar

En la boda de Dottie hubo todo lo que hay en una boda convencional: desde la decoración, pasando por la música para bailar, el banquete y los invitados quienes acudieron para desearle la mayor felicidad del mundo: amarse a ella misma. 

"Muchos viven su vida y creen que son felices y que todo va a salir sobre ruedas, pero no consideran el interior. Los pequeños pétalos de adentro son lo importante", dijo en la entrevista. Cuando los seres humanos reconocemos el amor propio, es porque se ha alcanzado un equilibrio entre el estado anímico y nuestra autoestima. Ese equilibrio se proyecta al exterior como un sentimiento de bienestar que se expresa de diversas maneras y se goza.