Resuelven crimen 4 años después

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Foto: larazondemexico

Carlos Jiménez

carlos.jimenez.razon@gmail.com

Desde hace cuatro años el dueño del bar Los Tarros, en Coyoacán, su hermano y su hijo, se “perdieron”. Su familia creía que los habían raptado o asesinado, nunca los encontró durante todo este tiempo, hasta ayer: la Procuraduría capitalina los halló enterrados en fosas clandestinas en el paraje de El Ocotal, en Chalco.

Ahí estaban los restos de Manuel Romo Velázquez, de 45 años; su hijo Erick Manuel, de 21, y Juan José Romo Velázquez, de 33.

Informes de la Fuerza Antisecuestros (FAS) revelan que a los tres los asesinaron en 2006 para quitarles sus negocios. Óscar Jinera Joya, un albañil de Milpa Alta, los sepultó ahí. Así lo confesó.

Los últimos días de estas tres personas comenzaron a finales de 2005. En esos tiempos tenían como cadenero de Los Tarros a Arturo Olvera Macías, lo apodaban El Bofe.

Este hombre era “temido”, pues todos sabían que siempre llevaba un arma con silenciador en la cintura. Y que le disparaba a cualquiera con el que tuviera alguna fricción. Incluso a quien lo “veían feo”.

Al saber esto, una de las ex esposas de Manuel Romo le propuso un trato al Bofe. Le dijo que asesinara a su ex marido y a su hijo para apropiarse del bar y de otros negocios que tenían.

El Bofe aceptó. Le llamó a Romo Velázquez y le dijo que quería comprarle el bar.

La noche del 14 de enero de 2006 El Bofe y Juan José Romo, hermano de su ex patrón, se citaron en el bar Haro, en Cafetales. Ahí lo asesinó.

La madrugada siguiente tuvo una nueva reunión en el mismo lugar. Ahora fue con su ex jefe Manuel Romo y el hijo de éste, Erick. También a ellos los mató a balazos.

El Bofe llamó a Óscar Jinera, un albañil que tiempo atrás trabajó para él, y le dijo que buscara un terreno para deshacerse de unos cuerpos. Así lo hizo.

Esa noche subieron a una camioneta los cadáveres y los llevaron al paraje de El Ocotal, en Chalco. Ahí les prendieron fuego y luego los sepultaron en un par de fosas que cavaron.

María de Lourdes Molina Rivas, primera esposa de Manuel Romo y madre de Erick reportó la desaparición.

En mayo de 2009 la Procuraduría detuvo al Bofe por otro homicidio. Para ese entonces ya había cometido ocho asesinatos y cuatro secuestros. Pero nunca dijo dónde enterró a los dueños de Los Tarros. Hasta ayer que la policía los localizó.