Una fiesta de bótox sin reina en Santa Martha Acatitla

5eda4deebd8f9.jpeg
Foto: larazondemexico

Sandra Ávila, La Reina del Pacífico. Foto: Especial

carlos.jimenez.razon@gmail.com

La “fiesta del botox” comenzó a las 16:15 horas del 10 de enero. Sandra Ávila Beltrán llevaba un vestido café, largo y entallado. Hacía juego con las sandalias adornadas con pedrería dorada y las gafas que cubrían gran parte de su rostro. Así caminó por los pasillos de Santa Martha Acatitla y llegó hasta el consultorio 2 del penal.

Lo que pasó ahí quedó registrado por las autoridades penitenciarias. Ahí estaba ya el doctor de la Secretaría de Salud del DF (SS) Juan Manuel Chaparro, listo para iniciar los tratamientos estéticos por los que le pagaron 5 mil 290 pesos. Quien le dio el dinero fue la encargada del servicio médico, Jessica Vicuña, una vieja amiga que conoció en la misma SS.

El médico había pasado sin problema por cuatro filtros de seguridad que lo llevaron hasta al interior de la cárcel. Un oficio firmado por Vicuña le abrió el camino.

Chaparro llevaba un maletín con ampolletas, alcohol, algodón y jeringas con agujas especiales para botox. Tenía lo suficiente para aplicarlo a 5 personas.

Pero él asegura que Ávila no lo quiso. Juntos en el consultorio 2, Vicuña le ofreció el tratamiento estético a la Reina del Pacífico. Ella entonces se levantó aquel vestido entallado unos centímetros arriba de las rodillas. Dejó ver sus piernas y le preguntó al doctor: “¿A poco necesito arreglos?” El médico sólo sonrió.

Vicuña ofreció otros tratamientos: “te podemos hacer una liposucción o una cirugía de nariz”. Pero Ávila dijo que después. Dio media vuelta y salió de ahí. Apenas se iba y llegaron la entonces directora del penal, Sara Morales Cartagena; la subdirectora técnica, Linda López Rodríguez; la jefa de Actividades Culturales, Edith Velázquez, y la celadora Elvia Castro.

Chaparro preparó sus jeringas y comenzó. Le puso botox a cada una de ellas. A unas en los pómulos, a otras en los labios y a todas entre ambas cejas. “Es el regalo de Navidad que le debía a la jefa Sara”, dijo Vicuña.

Hubo quien se quejó de los piquetes. “Imagínate si te hacen una lipo”, dijo otra. Después de un par de horas acabó todo. Según el expediente FSPBT2/156/11-01, el médico tenía planeado ingresar el 7 de enero. Pero algo pasó y la fecha cambió al día 10. Esa tarde hicieron la fiesta del botox.

Tras conocer esta información, las autoridades penitenciarias decidieron dar de baja a cada una de las funcionarias. Pero la SS aún mantiene en su plantilla a los médicos. Y Sandra Ávila Beltrán fue enviada a un penal federal en Tepic, Nayarit.

Las que sí quisieron

El doctor de la Secretaría de Salud del DF Juan Manuel Chaparro aplicó el tratamiento estético a:

»Sara Morales Cartagena, directora del penal de Santa Martha

»Linda López Rodríguez, subdirectora técnica

»Edith Velázquez, jefa de Actividades Culturales

»Elvia Castro, celadora

“Se violaron honra y dignidad de Ávila”

La Cdhdf presume que se violó el derecho a la honra y a la dignidad de Sandra Ávila, la Reina del Pacífico, luego de que el sistema penitenciario capitalino la señaló como la responsable de solicitar la inyección de bótox en la cárcel de Santa Martha. “Nosotros verificamos que no se le aplicó botox, que ella no tuvo nada qué ver; habría ahí una presunta violación a su derecho a la honra y a la dignidad, es la línea que se está investigando”, detalló el ombudsman capitalino, Luis González Placencia.

Dijo que los visitadores acudirán al Centro Federal de Readaptación Social número 4, en Tepic, a donde fue trasladada el lunes.

Temas: