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Las promesas de una mejor vida nunca se cumplieron. Clara Tapia le creyó a ese hombre que le dijo que la haría feliz a ella, a sus dos hijas y a su hijo. Pero la realidad fue otra: durante años los mantuvo cautivos. Los encerró en un cuarto, los golpeó… y a las menores las violó de manera tal que las hizo tener cinco hijos. Al final mató a una de ellas y a uno de esos bebés.
“Me hacía creer que todo era normal. Decía que si abusaba de nosotros, nos golpeaba y nos encerraba era porque nos portábamos mal. Que si salíamos a la calle seguramente andaríamos de locas”, relató Clara.
Quien hizo todo esto es José Antonio Iniestra, un hombre de Iztapalapa que durante las noches trabajaba como taxista.
En el 2004. Clara, conserje de una escuela primaria, conoció a José Antonio Iniestra, a quien al poco tiempo de iniciar el romance lo invitó a vivir con ella en el cuarto de la escuela donde ella trabajaba, en la Colonia San Lorenzo Xicoténcatl, en Iztapalapa
A los pocos meses comenzó a golpearla a ella, a Gabriela y a Rebeca quienes entonces tenían 14 y 15 años, y a Ricardo que cumplía 10. Después empezó a abusar de las jóvenes, a quienes no permitía salir de su cuarto, ni siquiera al baño.
A Ricardo, lo obligaba a vender dulces afuera de la escuela y a recolectar cartón. Si no juntaba a diario 80 pesos lo golpeaba y dejaba desnudo toda la noche en un charco en la azotea de la casa.
En junio de 2009, Jorge mudó a su familia a casa de su madre, donde continuaron las golpizas con la complicidad de su familia. Una de esas golpizas terminó con la vida de una de las jóvenes, y a su bebé de tres meses la mató por asfixia. Junto con su hermano abandonó los cuerpos en la carretera México-Puebla.
Finalmente, fue la propia Clara quien denunció a su pareja. La Procuraduría capitalina detuvo a Jorge junto con su madre, Soledad, sus hermanos y un menor.
Jorge Antonio Iniestra Salas
Edad: 32 años
Ocupación: Taxista
