Escolta de Lord Ferrari era hombre violento y agresivo

5eda1edf46a9a.jpeg
Foto: larazondemexico

El carácter agresivo del guardaespaldas Sergio González Ibarra lo marcó desde hace al menos cinco años.

Cuando fallecieron sus padres se volvió violento a tal grado que sus familiares lo corrieron de su casa porque una tarde golpeó a una de sus tías con la que estaba discutiendo.

Durante los días en que la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México (PGJCDMX) le siguió la pista por golpear a un joven en el Viaducto Tlalpan, los agentes de la Policía de Investigación (PDI) descubrieron que vivió en al menos cuatro diferentes domicilios.

De tres de ellos lo habían corrido, precisamente por que solía ser agresivo.

Dos de las direcciones que obtuvieron las autoridades como sus domicilios se ubicaban en las calles Ximilpa de la colonia Argentina Antigua; una más estaba en la calle Lago Azul de la colonia 5 de Mayo, y una cuarta en el municipio de Naucalpan.

Según los registros de la Procuraduría capitalina, González Ibarra estaba a unos meses de cumplir 38 años de edad. Nació el 1 de agosto de 1978.

Antes de ser escolta trabajó en la empresa Bimbo, en ese tiempo vivía en el fraccionamiento Alce Blanco, de Naucalpan.

Los agentes supieron que después decidió hacerse guardaespaldas y fue entonces que murieron sus papás.

Desde entonces se caracterizó por ser violento. La última dirección donde supuestamente vivía era un departamento de la colonia 5 de mayo, en la delegación Miguel Hidalgo.

Sin embargo, de ese edificio, el 243 de la calle Lago Azul, lo corrieron sus familiares.

Fue ahí donde golpeó a una de sus tías una tarde en que discutieron.

Sus primos y demás familiares que habitaban en el mismo edificio, lo encararon y le ordenaron que se fuera.

Por eso cuando los agentes de la PDI intentaron detenerlo en ese lugar no lo localizaron.

En las otras casas, muy cerca de ahí, en la calle Ximilpa de la misma demarcación, sus vecinos lo recordaron también por su carácter violento.

Solía pelear y agredir a las personas por cualquier motivo.

Sin embargo, a González Ibarra, también le gustaba tomar y emborrachase.

“Me gustan los bares y las desveladas, lunes a domingo y toda la semana, me paso alegre, disfruto la vida y así seguiré hasta mi último día”, fue el último mensaje que escribió en su teléfono celular. Se trata de la letra de una canción de banda llamada “Mi último deseo”, del grupo Los Recoditos.

Las autoridades que lo rastreaban saben que apagó ese teléfono a las 13:38 horas del 14 de marzo. Tres días después, cuando lo estaban buscando en sus domicilios, una recamarera lo halló muerto en la habitación de un hotel de paso en el Estado de México.

La búsqueda de González Ibarra comenzó el pasado 11 de marzo, luego que agredió a Jair en Viaducto Tlalpan.

Temas: