En sus hombros, decenas de actores, nazarenos y habitantes de la alcaldía entrelazan la fe y la devoción con la memoria, el esfuerzo colectivo y la emoción de una comunidad que cada año da vida a una de las tradiciones más significativas del país: Representación de la Pasión de Cristo en Iztapalapa.
Año con año, los fieles católicos conmemoran la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. Uno de los eventos que aglutina a un importante número de fieles, entre personajes y ciudadanía que acude a la Ciudad de México, de diversas entidades del país y del extranjero, que este año cumple su edición 182.
Desde temprana hora, hombres y mujeres alistaron sus tradicionales trajes morados y blancos, así como pesadas cruces de madera, para participar como nazarenos en un recorrido que comprendió los ocho barrios de la demarcación: San Lucas, San Pedro, San Miguel, San Pablo, San Ignacio, San José, La Asunción y Santa Bárbara.
Esta representación, que se celebra año con año, no solamente da cuenta de la fervorosa fe de quienes habitan esta querida demarcación, sino de la energía, del esfuerzo que se encuentra presente en toda nuestra genteAleida Alavez, Alcaldesa de Iztapalapa
Vestido como un pregonero, Brayan Omar Gómez comenta que con su participación busca cumplir una manda, para pedir a Dios por la salud de su familia, y por la estabilidad familiar. Comenta que desde 2012 decidió participar de manera activa en la procesión, interpretando diversos papeles.
Con una pesada cruz de madera a cuestas, Maximiliano comenta que se incorporó como nazareno por tradición familiar, ya que su abuelo, su padre y sus tíos se han sumado cada año.
“Es por tradición, me gusta, lo hago por fe, por devoción. Pido por mi niño que esté bien, que no le falte nada a mi mamá, a mi papá, que estén muy bien”, dijo Maximiliano.

Ellos, como otras mil 500 personas, se registraron en la procesión de nazarenos, quienes acompañan la procesión principal en la escenificación cumbre de esta representación: la muerte de Jesucristo.
Descalzos y descalzas, con sus cruces a cuestas, quienes se sumaron a esta ceremonia, buscan preservar esta actividad que forma parte ya del Patrimonio Cultural Inmaterial de México por la Comisión Nacional de Patrimonio Cultural Inmaterial, organismo del Gobierno.
Cerca de las 13:00 horas, en medio de un sol abrasador y olor a incienso, José Julio Olivares, estudiante de Economía del Instituto Politécnico Nacional, quien este año interpretó a Jesús de Nazareth, salió de la Casa de los Ensayos, donde pasó la noche “encarcelado”, en medio de gritos que exigían un castigo ejemplar por declararse el Rey de los Judíos.
En la Macroplaza de Iztapalapa, los actores representaron los pasajes de la Presentación ante Herodes, Azotes y Juicio ante Pilato, donde Jesús es sentenciado a morir.

Más tarde, continuaron las escenificaciones bíblicas por las calles principales de la alcaldía, conocidas como la Ruta de la Pasión. El Viacrucis estuvo conformado por 14 estaciones que representan momentos fundamentales del camino de Cristo hacia la crucifixión, en el que José Julio Olivares cargó una cruz de 100 kilos.
Poco después de las 15:00 horas, cuando al Cerro de la Estrella, convertido el Gólgota, llegó Jesús de Nazareth para ser crucificado al lado de dos ladrones. “Preparen clavos, martillos y unas cuerdas y crucifiquen a ese hombre”, se escucha decir a los soldados romanos.

Poco después de las 16:00 horas, Jesús falleció, luego de ser crucificado por los romanos, quienes se burlaron de él hasta el final de su vida y le retaron: ‘’No hiciste ningún milagro, ni convertiste el agua en vino”.
Luego, Jesús fue bajado de la cruz y envuelto en la sábana santa. Fue cargado por sus discípulos para bajarlo del Cerro de la Estrella para darle sepultura.
En esta ocasión participaron 147 actores, quienes tuvieron parlamentos, 500 participantes en las diversas escenas de la Representación y mil 500 nazarenos.
Más que una escenificación, es un acto de devoción que reúne a miles de capitalinos y visitantes para revivir la Pasión de Cristo. Una tradición viva, reconocida a nivel internacional, que refleja el arraigo, la identidad y la fuerza del puebloClara Brugada, Jefa de Gobierno
IDENTIDAD DE UN PUEBLO. En conferencia de prensa posterior, la alcaldesa de Iztapalapa, Aleida Alavez, reportó saldo blanco y una asistencia de un millón 400 mil personas, tan sólo este Viernes Santo a la 182 Representación de la Pasión de Cristo. Esta cifra, dijo, podrá ser superada con los dos días restantes de esta Semana Santa, Sábado de Gloria y el Domingo de Resurrección.
“Agradezco al noble pueblo de Iztapalapa por siempre estar presente. Esta representación, que se hace año con año, tuvo saldo blanco”, expresó.
La alcaldes de Iztapalapa indicó que durante este Viernes Santo se registraron 620 atenciones médicas, 20 mil 760 hidrataciones y cero extraviados, a pesar de haber sido el día de más afluencia de personas.
Alavez Ruiz agregó que en el dispositivo de vigilancia y vialidad participaron tres mil 500 elementos entre cuerpos policiacos y militares, así como dos mil 485 trabajadores de la alcaldía.
“Esta representación, que se celebra año con año, no solamente da cuenta de la fervorosa fe de quienes habitan esta querida demarcación, sino de la energía, del esfuerzo que se encuentra presente en toda nuestra gente”, señaló.

De este modo expresó su satisfacción por esta conmemoración al señalar: “Es indudable el hecho de que se trata de la mayor representación que se lleva a cabo en todo el territorio nacional. Me siento muy conmovida y honrada de haber tenido la oportunidad de poder acompañar, desde la alcaldía, este magno evento”.
En tanto, la Jefa de Gobierno, Clara Brugada, destacó la gran labor de vecinos y fieles de los ocho barrios de Iztapalapa, quienes cada Semana Santa transforman las calles de esa alcaldía en un escenario de fe, cultura y tradición con la representación del Viacrucis, en la celebración religiosa que la mandataria capitalina calificó como “la más importante de México”.
“Más que una escenificación, es un acto de devoción con más de 180 años de historia, que reúne a miles de capitalinos y visitantes para revivir la Pasión de Cristo, con la participación activa de toda una comunidad. Una tradición viva, reconocida a nivel internacional, que refleja el arraigo, la identidad y la fuerza del pueblo de Iztapalapa”, escribió en sus redes sociales.
