“A veces la vida es injusta”, concluyó Bryan Ramos, tras saber que su novia, Ana Daniela Barragán Ramírez, falleció tras la explosión de una pipa de gas LP en el distribuidor vial de la Concordia, en los límites de la alcaldía Iztapalapa y el municipio mexiquense de Los Reyes, ocurrida el pasado miércoles.
“A veces la vida no es justa, te quita las personas que dan demasiada luz. Donde sea que ella esté ella me cuida y siempre me cuidará”, declaró ante los medios tras darse a conocer la noticia.
Antes de la tragedia, que ha sumado nueve muertos, según la Secretaría de Salud local, Bryan Ramos sólo pensaba en su aniversario de noviazgo con Ana Daniela, que celebrarían el 5 de octubre.

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- El Tip: La jefa de Gobierno, Clara Brugada, y autoridades locales y federales se reunieron ayer con los padres de Ana Daniela Barragán.
Ana Daniela y Bryan Ramos además tenían la intención de casarse. “Prometo buscarte en otra vida y cumplir mi promesa”, declaró el joven en redes sociales, tras la noticia del deceso.
Sin embargo, tras pasar los últimos días deambulando entre hospitales para localizar a Ana Daniela, quien estuvo desaparecida tras la explosión, dijo que pensó sólo en la injusticia de este mundo y en estar agradecido por su localización.
“Es un impacto muy fuerte. Yo nunca pensé estar en una situación así, donde una persona tan importante está entre la vida y la muerte y no sabes nada de ella”, comentó Bryan a La Razón horas antes de confirmar su deceso.
El joven pidió recordar a Ana Daniela Barragán Ramírez como era: “Alegre, ocurrente, carismática. Era un hermoso ser de luz. Me alumbró la vida”, explicó.
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La estudiante estuvo desaparecida dos días. Una prueba de ADN confirmó que una de las tres víctimas de la tragedia que no habían sido identificadas era la joven de 19 años de edad.
La alumna de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) falleció en el Hospital Rubén Leñero. Sus padres acudieron al lugar a la espera de los resultados del análisis científico.
El caso de Ana Daniela, cuya localización estuvo marcada por una cadena de mensajes erróneos por parte de las autoridades se suma a los ocho muertos confirmados por la tragedia.
“Fue deficiente la labor de las autoridades. Es lamentable que una persona salga de su casa y no se sepa dónde está”, condenó el joven.
Ana Daniela acababa de entrar a la carrera de Ingeniería en Alimentos en la FES Cuautitlán, de la UNAM. Como todos los días se trasladaba hacia su escuela a través de la Autopista México-Puebla cuando fue envuelta por las llamas en el distribuidor vial la Concordia.

La institución confirmó el deceso de Ana Daniela y lamentó los hechos.
En cuanto su familia se enteró del siniestro intentó de contactar a la estudiante. Pero nadie contestaba su teléfono. Horas más tarde, un elemento de Protección Civil de la ciudad encontró en la zona los restos de sus pertenencias: cuadernos, maquillaje, su credencial de la UNAM y su móvil, parcialmente derretido, el cual estaba sonando. Era su padre. Luego hubo comunicación con su madre.
Bryan Ramos denunció que recorrió varios nosocomios guiado por una cadena de información errónea del número exclusivo que las autoridades capitalinas crearon para los familiares de las víctimas.
“Marqué al número y me dijeron que se encontraba aquí en este hospital. Ahorita llegué y me dijeron, ‘Ya vinieron más personas a preguntar; pero ya les dijimos que Ana Daniela no está aquí. Ya se los reiteramos varias veces, aquí no está”, dijo.
Anoche, afuera del Hospital Rubén Leñero, Bryan Ramos confesó que sería fuerte, como a Ana Daniela le hubiera gustado, así como para ser un apoyo para la familia de ella en estos momentos difíciles.

