José Salvador Crecencio Esquivel Alcántara, don Chava, vecino de 77 años desalojado de República de Cuba 11, estuvo desaparecido desde el 29 de septiembre de 2025, por omisiones entre las autoridades de la Ciudad de México que impidieron su pronta localización.
La noche de su desaparición, policías capitalinos hallaron al hombre frente al Hemiciclo a Juárez, en la Alameda Central, un lugar que frecuentaba. Lo trasladaron al Hospital General Rubén Leñero, pues sangraba por la boca.
- El Dato: Vecinos de Cuba 11 temen por su bienestar y destacaron a La Razón que la desaparición de Salvador Crecencio intensificó la sensación de vulnerabilidad entre los desalojados.
Su nombre fue registrado en su brazalete de ingreso en el nosocomio y los agentes levantaron un reporte de su traslado, pero ni la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México ni la Comisión de Búsqueda de Personas capitalina dieron con su paradero.
De acuerdo con Antonio Rangel, vecino desalojado de República de Cuba 11, la fiscalía local informó que la Secretaría de Salud local no tenía registros completos que dieran con su localización.
“Revisamos con el Ministerio Público los expedientes que se dio a la tarea de revisar y no correspondían las descripciones de él y no había el dato de su nombre.
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“Me llama la atención que ahorita sí ya está el dato de su nombre en el hospital y se encontró el documento de ingreso. Entonces parece ser que fue una omisión de subirlo a su sistema, porque de inmediato se hubiera enlazado con la búsqueda con Locatel y la Fiscalía”, dijo a La Razón.
Esto, a pesar de la coordinación intersecretarial para la búsqueda de personas, anunciada en septiembre por el nuevo comisionado, Luis Gómez Negrete.
“Ya estamos trabajando con equipos interinstitucionales y estamos teniendo muy buenos resultados.
“Les hemos nombrado Ecos, equipos de coordinación operativa del sistema de búsqueda de la ciudad. A partir de septiembre comenzamos un sistema único entre las instituciones.
“Muchas de las personas desaparecidas se encuentran vinculadas con alguna institución del gobierno y no necesariamente es un fenómeno de criminalidad. Personas que están en albergues, hospitales, etcétera, pero que la falta de coordinación interinstitucional no nos permite localizar a esas personas”, aseguró el funcionario en entrevista, en agosto pasado.
La Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México califica como desaparición administrativa aquella en la que la “inacción, la falta de coordinación o de deficiencias operativas de las autoridades” prolongan una desaparición o permiten la no localización de una persona a pesar de que le brinden atención de algún tipo.
Antonio Rangel cuestionó que las autoridades sanitarias no hayan compartido información con la Fiscalía capitalina o la Comisión de Búsqueda a pesar de tener el nombre y otros datos personales de Esquivel Alcántara, pues traía distintas credenciales. Estos documentos los entregó personal de salud al cuidado de don Chava.
Xóchitl Pérez, vecina de Cuba 11 y amiga de don Chava, contó que el 6 de octubre acudió a la oficina de la Comisión de Búsqueda local, ubicada en República de Cuba 43, a una cuadra del campamento de vecinos desalojados, donde le dijeron sobre el cruce de información institucional que debe existir.
“Me dijeron en la Comisión que ellos tienen bases de datos de los hospitales, de otras dependencias, de Semefo por cualquier cosa que lo llegaran a localizar. Y ellos te informaban así donde se encontraba la persona”, dijo.
Este lunes 13 de octubre don Chava, presuntamente, fue echado del Hospital Rubén Leñero hacia la calle, a pesar de presentar todavía sangrado esofágico y convulsiones. Permaneció en la banqueta afuera del lugar por tres horas.
Otras personas que tienen internos en el nosocomio exigieron que el adulto mayor fuera reingresado al hospital, pero no fue hasta que policías auxiliares y una ambulancia de la Cruz Roja lo atendieron y denunciaron el caso en redes sociales. Esquivel Alcántara fue atendido en el hospital.
Una de esas grabaciones muestran a Salvador Crecencio en cuclillas sobre la banqueta y sangrando. Este material permitió la localización del adulto.
De acuerdo con familiares de internos, consultados por el medio local Reportaje Urbano (que dio a conocer su paradero), personal del Hospital, supuestamente, se negó a reingresar al adulto mayor.
La jefa de urgencias del hospital aseguró a Antonio Rangel que don Chava pidió su alta voluntaria y negó que hubiera impedimento para reingresar.
“Estaban cerrados a informar con claridad. La jefa dice que estuvo bien atendido. Yo le hice ver los testimonios de las personas afuera del hospital, pero ella negó esa situación”, comentó.
Este diario solicitó a la Secretaría de Salud y a la Fiscalía capitalinas una postura sobre este caso, pero, al cierre de esta edición, no hubo tales.
Don Chava es un hombre sin familia y bajo el cuidado de Xóchitl Pérez y Antonio Rangel, otros vecinos desalojados de Cuba 11 y amigos del adulto mayor. Colonos indicaron que a Esquivel Alcántara le gusta ir al billar y a la Alameda Central; además, fumaba mucho y empeoró su salud tras el desalojo.
Boxeador cuando era joven, Salvador Esquivel se ganaba la vida lavando autos en la Avenida de los 100 Metros, a un costado del Colegio de Ciencias y Humanidades Plantel Vallejo, de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Actualmente, el hombre sufre de un problemas cardiovasculares y demencia senil. Antonio Rangel mencionó que don Chava se encuentra débil, pero con buen estado de salud. “Se quedará aquí hasta que lo estabilicen y tengan un diagnóstico claro y preciso”, refirió.
Mañana, 16 de octubre, don Chava cumplirá 78 años. Gracias a una serie de negligencias gubernamentales, que subsanaron otras, podrá festejar con sus vecinos en República de Cuba 11.



