Detecta Semovi 2,500 vehículos viejos

Descartan renovación de camiones tras alza de $1.50 en pasaje

Movilidad de la CDMX informa que aumento es por costos que cubren concesionarios; prevalecen faltas de choferes, constata La Razón

El conductor de una unidad, ayer, con una mujer como acompañante y fumando. Foto: Fernanda Rangel›La Razón

El titular de la Secretaría de Movilidad (Semovi), Héctor García Nieto, afirmó que el alza de 1.50 pesos en el transporte concesionado de la capital se debe a un ajuste de costos y no para una mejora de las unidades, aunque reconoció que hay dos mil 500 que ya cumplieron su vida útil.

En conferencia sobre el aumento en la tarifa de los camiones, autobuses, vagonetas y corredores, la cual se publicó en la Gaceta Oficial del 31 de octubre, BIS, el funcionario dijo que ésta no tiene relación con adecuaciones en los vehículos, pues ésta se atiende de otras maneras.

“La condición de mejorar el transporte es más profunda y las acciones no tienen que ver exclusivamente con la tarifa.

El Dato: El acuerdo del aumento a la tarifa del transporte se dio tras negociaciones entre el Gobierno capitalino y grupos de transportistas, quienes marcharon para exigirlo.

“En todo el incremento siempre se promete la mejora de la calidad del servicio, pero es otra dimensión que tenemos que construir y logramos la posibilidad de que ellos aceleren el proceso de transformación de sus unidades a través de los fondos que el Gobierno dispone para la renovación del parque vehicular”, dijo.

Si bien el pasaje no está enfocado a la mejora de las unidades, que fue parte de los aumentos de años anteriores, García Nieto explicó que para ello el Gobierno local ofrece la chatarrización que en 2025 ha recibido 450 camiones obsoletos para ser sustituidos por unidades eléctricas o de bajas emisiones.

  • 17 Mil unidades de transporte concesionado estima la Semovi que hay 
  • 450 Vehículos ha chatarrizado el Gobierno capitalino durante este año 

El secretario de Gobierno (Secgob) capitalino, César Cravioto Romero, reconoció que la principal presión para el aumento en la tarifa de la Ciudad de México fue el alza de dos pesos en el Estado de México para quedar en 14 pesos.

“Por supuesto, el aumento a la tarifa en el Estado de México de dos pesos generó una presión mayor para la Ciudad de México, porque si de por sí ya estaba al doble en el Estado de México, con los dos pesos de aumento se va a una diferencia mayor que el doble”, mencionó.

Con este aumento, la Ciudad de México acumula siete alzas a la tarifa del transporte público concesionado desde el año 2000, entonces Distrito Federal, que inició con el cobro de dos pesos por los primeros cinco kilómetros, la tarifa mínima, que en 2003 aumentó a 2.50 pesos.

Para 2006 creció 50 centavos para costar 3 pesos, dos años después subió a 3.50 y en 2013 alcanzó los 4 pesos. Ya como Ciudad de México, en 2017, subió a 5.50 pesos y en 2022, aumento previo al actual, llegó a los 6 pesos.

El titular de Semovi y Cravioto Romero indicaron que el aumento de la tarifa conlleva que los transportistas sigan ciertas reglas, como portar el uniforme oficial, respetar los límites de velocidad, no usar carriles confinados, no rebasar el volumen permitido de música y no dar servicio si beben alcohol o consumen alguna droga.

De igual manera, García Nieto anunció que los transportistas deben tener la calcomanía del nuevo precio del servicio exhibida dentro y fuera de la unidad, de lo contrario no podrán obligar al usuario a pagar la nueva tarifa.

“Ellos están obligados a tener una calcomanía sobre el asunto de las tarifas. Tienen que tener la tarifa autorizada, cada uno de los vehículos, pegada para poder cobrarla. Ésta tiene que ser tanto afuera como adentro. Es decir, antes de subir como en el cristal, como adentro”, puntualizó García Nieto.

Transportistas de la Ruta 11, que va de Tinacos a Pino Suárez, sostuvieron que no cobrarán la nueva tarifa hasta que la Semovi les brinde las calcomanías oficiales.

“De antemano no sabemos cómo trabajar con la nueva calcomanía. Yo ahorita voy a un café Internet a imprimir el nuevo costo, pero no es la calcomanía oficial… así cómo le pido a la doña o al chavo que me paguen lo nuevo, no van a querer”, dijo el chofer Jaime Ortiz Morales a La Razón.

Usuarios como Evelyn Gómez, quien es niñera y cobra 70 pesos la hora, aseguran que desde el sábado los transportistas los obligan a pagar la nueva tarifa sin contar con la calcomanía exhibida.

“Justo me la cobraron (1 de noviembre). No tenía la calcomanía y aun así la pagué, porque estaba solita y me dio miedo decirle algo. Está feo, porque suben las cosas, pero no los sueldos”, dijo la niñera.

Además, durante la conferencia, Cravioto Romero y el titular de Administración y Finanzas, Juan Pablo de Botton Falcón, impulsaron la idea de que la Ciudad de México tiene “el costo del transporte más accesible” del país.

“Quiero dar algunos ejemplos, porque luego se nos olvida, pero, por ejemplo, Aguascalientes está en 10.50; Chihuahua está en 12; algunas ciudades, las ciudades más importantes de Coahuila también en 12; el Estado de México, en 14; Guanajuato también, León, en 12; Querétaro, en 11 y aquí, pese al aumento, arrancamos de 7.50”, comentó Cravioto Romero.

INCUMPLIMIENTO. Este diario abordó una unidad de la Ruta 11 en la que observó que ni fuera ni dentro el chofer tenía la calcomanía del precio nuevo de 7.50 en distancias mínimas y de 9.50 en máximas, pero tampoco el anterior de 6 pesos mínima y 7.50 máxima.

Mari Cruz García, usuaria, reportó que a ella y a sus tres acompañantes sí les cobraron 9.50 pesos a cada una, pero no reclamaron, porque son adultas mayores y no quieren problemas.

El operador, quien sí portaba su uniforme, estaba acompañado de una mujer, quien le platicaba al oído, además ambos fumaban un cigarrillo dentro de la unidad, pese a que está prohibido y que en ambas paredes de la unidad se lee: “no fumar”.

Ella vestía una playera negra con un estampado de Disney y además de fumar bebía a escondidas una lata de cerveza, aunque el operador no lo hizo.

El tablero sí tenía un odómetro, pero no marcaba la velocidad a la que iba la unidad, junto a éste veía el volumen de la gasolina que tampoco funcionaba y botones hechizos para las puertas que en el camino de una hora 45 minutos nunca cerró.

“Esta unidad no debería circular, ya está muy vieja. Los conductores explotan los carros y camiones hasta que de plano los dejan varados a medio camino”, afirmó Mari Cruz.

Pesito a pesito ı Foto: Especial