Hay más confianza en la Policía, resalta su titular

La Policía debe estar cerca y ser empática, afirma Pablo Vázquez

El titular de la SSC destaca a La Razón trabajo para dar resultados y lucha contra la impunidad; señala golpes a células delictivas; declara lista a la ciudad para el Mundial

El secretario de Seguridad Ciudadana, Pablo Vázquez Camacho, en entrevista en Al Mediodía con Solórzano.
El secretario de Seguridad Ciudadana, Pablo Vázquez Camacho, en entrevista en Al Mediodía con Solórzano. Foto: La Razón

Con el convencimiento de encabezar una policía con una mejor imagen entre la sociedad, el secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, Pablo Vázquez, subrayó que es fundamental que los uniformados estén cerca de los ciudadanos y sean empáticos con ellos, además de ofrecerles resultados.

Para el responsable de las directrices de la seguridad pública de la capital, ahora hay mayores niveles de confianza ciudadana en la policía y una percepción de menos corrupción, pero es necesario que la proximidad de los agentes con la población se realice con eficacia.

  • El Dato: LOS DELITOS de alto impacto, como el homicidio y las lesiones dolosas, han disminuido 58 por ciento en los primeros 10 meses respecto al mismo periodo de 2019.

Durante una conversación con el periodista Javier Solórzano en el programa Al Mediodía con Solórzano, que se transmite diariamente en el canal de YouTube de La Razón, Vázquez Camacho abordó uno de los fenómenos más sensibles para los capitalinos, que son los delitos cometidos por células de la delincuencia organizada.

Rechazó que los grupos que operan en la capital se hayan empoderado, al señalar que “sus expresiones”, reflejadas en los delitos que cometen, “se han limitado a la mitad”.

“No hemos cesado en golpear a estas células delictivas, en fraccionarlas, en limitar sus operaciones, y tendremos que seguirlo haciendo”, apuntó.

También mencionó que en la instancia que encabeza se despliegan esfuerzos todos los días para garantizar que no haya impunidad en éstos, ni en algún otro tipo de casos.

Reflexionó, asimismo, sobre los retos que enfrenta la capital en lo que se refiere a los preparativos de cara a la Copa Mundial de Futbol 2026, al afirmar que la ciudad está lista.

¿Ésta es una ciudad segura o insegura? Creo que es una ciudad segura y que tiene su complejidad. Se ha avanzado mucho en la construcción de la seguridad desde el 2019, cuando se puso en marcha una estrategia que nos ha dado resultados. El camino aún es largo, pero es una estrategia sólida que avanza.

¿Cómo le haces para poder satisfacer las demandas ciudadanas y de las alcaldías, morenistas y no morenistas? Con la Jefa de Gobierno, Clara Brugada, se han generado condiciones propicias para el diálogo y la coordinación, pilares de la estrategia de seguridad. Ayuda mucho que todos los alcaldes tengan claro que es una prioridad para los ciudadanos. Si bien cada quien tiene un proyecto político, todos tenemos muy claro que es indispensable coordinar.

En el pasado tal vez se cayó en excesos discursivos al decir que las alcaldías no contribuyen a la seguridad o que sólo éstas son responsables de todo lo que sucede dentro de ellas. Pero es un esfuerzo conjunto y en la ciudad se ha hecho un muy buen trabajo en ese sentido.

¿Qué diagnóstico tienes de las zonas limítrofes de la ciudad, donde se ve un nivel d e pobreza manifiesto y se enquistan pequeños grupos delincuenciales? Otro pilar de la estrategia es la atención a las causas. Se ha buscado combatir con mucha fuerza las enormes desigualdades territoriales de la ciudad. No sólo está en el ingreso y acceso a servicios, también en la presencia de instituciones de seguridad y justicia.

La Jefa de Gobierno le ha dado prioridad a llevar estos servicios y seguridad a las periferias de la ciudad. El centro tiene una densidad policial mayor, más zonas de supervisión y equipamiento que estas zonas. Desde el inicio de la administración se han tomado medidas para dar la misma calidad de seguridad en todas partes.

No sólo es llegar con policías, sino generar puentes de confianza y cercanía con los ciudadanos. Para ello es importante que la acción policial se acompañe de servicios y programas. Necesitamos que no sólo se confíe en algunos policías, sino en el uniforme y en el escudo.

¿Cómo hacer que la imagen de la policía sea mejor entre los ciudadanos, si siempre acaba con los niveles de confianza más bajos en las encuestas? Desde que comenzó esta estrategia se ha visto incrementarse los niveles de confianza ciudadana en la policía de la ciudad. Falta mucho, pero la gente percibe a la policía cada vez más confiable y que su desempeño es más efectivo.

En el último resultado semestral de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) se redujo significativamente la percepción de corrupción en la policía. Es algo que no está acabado y es una prioridad que la gente confíe en nosotros. Hay que estar cerca, ser muy empático y darle resultados a la gente.

¿Falló algo en la manifestación del 2 de octubre? Es nuestro deber hacer una revisión y reflexión sobre los protocolos para garantizar la seguridad de los manifestantes, en primer lugar, y también de nuestro cuerpo. En esa marcha se cumplió un objetivo fundamental: Establecer un mensaje claro de que en la ciudad no se reprime. Se pudo establecer una línea clara indicando dónde está la violencia y ésta no vino de las autoridades. Fue claramente una provocación.

Viene una marcha el 15 de noviembre muy publicitada. ¿Qué piensas de la Generación Z? Tenemos que ser fieles a nuestros principios y convicciones institucionales. Toda expresión tiene cabida. Nuestra obligación será garantizar, como lo hemos hecho en todas las marchas, cuidar a los manifestantes y facilitar la libertad de expresión. No importa de dónde venga, lo importante es que ocurra y se le dé facilidad. Ése va a ser nuestro papel.

Mucha gente del Centro Histórico, joyeros y comerciantes se sienten indefensos… Estamos trabajando todos los días en reuniones con ellos. Los temas que han traído a la mesa van desde cuestiones de tránsito hasta la extorsión.

Había alguna mención de que las denuncias habían aumentado mucho en materia de extorsión. Es un delito que vivía en las sombras, con una enorme cifra negra. Se decía que se redujo la extorsión, pero no era cierto. Y lo que estamos buscando es promover y facilitar la denuncia.

En la ciudad pasó una reforma para que la extorsión se dejara de perseguir por oficio en vez de querella, además de que dejó de ser un delito patrimonial.

Las detenciones han aumentado un 65 por ciento en la CDMX de enero a septiembre, comparado con el año pasado, algunas muy importantes de líderes de grupos.

Es muy importante decir que el hecho de que se hayan incrementado las denuncias no significa que hayan incrementado las extorsiones. Así es. Cuando los delitos tienen mucha cifra negra, puede haber estos fenómenos. En el homicidio, no se ve esto porque la cifra negra es inexistente. Pero sí se ha visto con la violación, por ejemplo. Se está denunciando más el delito.

¿Es incontrolable la Unión Tepito? ¿Hay que convivir con estos cárteles? Pareciera que están en todos lados, pero la mayor parte de los delitos los comete un grupo pequeño de personas en relación a la comunidad.

No hemos cesado en golpear a estas células delictivas, en fraccionarlas, limitar sus operaciones. Hoy la ciudad cuenta con un panorama delictivo de mucho menos poder operativo. Más allá de los grupos, nosotros estamos en contra de las conductas.

Para nosotros combatir los delitos de alto impacto es una prioridad y vemos en la ciudad una reducción importante de ellos. Bajo esa lógica, es imposible afirmar que estos grupos se han empoderado, si sus conductas se han limitado a la mitad.

¿Hay más cárteles? Se habla de que está el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el de Sinaloa, etc. Es un debate muy conceptual. Pero el término “cártel” está absolutamente rebasado para explicar complejos entramados. Vemos grupos de distinto nivel de organización que interactúan a veces entre sí. Por eso nuestro énfasis no es tener como objetivo final los grupos, sino las conductas.

Hay una serie de casos, como el que pasó en Polanco, donde matan a un estilista en la calle de Moliere y Masaryk. ¿Son hechos aislados? Todos los eventos nos ocupan. Hay algunos que sin duda tienen una mayor relevancia por muchas razones. Somos conscientes de su impacto y trascendencia.

Yo no vería un tema sistemático, tienen lógicas distintas.

Independientemente de lo excepcional que pueda ser la ocurrencia de delitos en espacios como Polanco, nuestra obligación es garantizar que no haya impunidad. Tampoco perder de vista las tendencias de reducción en los delitos de alto impacto.

Uno de los grandes temas de la ciudad es el asesinato de Ximena Guzmán y José Muñoz. Hay la impresión de que fue un crimen bien diseñado y del que no tenemos mucha información. Ni un solo día hemos dejado de trabajar en este caso desde que ocurrió. Es una investigación distinta a otras, que podría verse afectada si no se cuida. Por eso hemos decidido cuidar mucho el sigilo de la investigación. En su momento compartiremos más información, con absoluta transparencia.

¿Qué tan preparados estamos para el Mundial? Hay preocupación por la vida cotidiana. Hay la impresión de que la ciudad es muy violenta. La ciudad está lista. Hay coordinación con el Gobierno de México y la FIFA. Independientemente de ello, mi confianza deriva de lo que hacemos todos los días. La Ciudad de México recibe eventos de talla mundial varias veces al año.

Acabamos de concluir la Fórmula 1, catalogada como una de las mejores del mundo. Hemos tenido conciertos que convocan decenas de miles de personas, similares a lo que podría ocurrir en los meses del Mundial.

Desde luego, el Mundial representa un reto; pero hay muestras de sobra para decir que la ciudad está lista.

¿Hay cosas que te inquietan de la ciudad? No hay nada en la ciudad o que ocurra en ella que esté más allá de las capacidades de sus instituciones.