Golpean cacerolas contra la fiesta brava

Antitaurinos se topan con muralla en la Plaza México

Dispositivo de seguridad evita nuevas agresiones de grupos radicales hacia los aficionados; activistas recolectan firmas para tramitar un nuevo amparo contra las corridas de toros

A cacerolazos, ciudadanos protestaron ayer contra las corridas de toros.
A cacerolazos, ciudadanos protestaron ayer contra las corridas de toros.Foto: Especial
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Este domingo por la tarde, decenas de personas, entre adultos y niños, llegaron hasta las inmediaciones de la Plaza México para protestar en contra de las corridas de toros, pero se toparon con una muralla metálica infranqueable, que fue colocada desde la noche anterior.

Las vallas, idénticas a las que suelen utilizarse ante protestas sociales o políticas para proteger edificios públicos, impidieron que aficionados a la tauromaquia fueran agredidos por manifestantes, como ocurrió la semana pasada, o que las instalaciones del coso de Insurgentes fueran vandalizadas.

Ante la imposibilidad de avanzar, los manifestantes, disgustados por que se llevó a cabo la corrida en el marco del 78 aniversario de la Plaza de Toros, se concentraron en los alrededores del establecimiento, desde donde hicieron ruido con cacerolas golpeadas con cucharas o palos, para exigir que se cancele la llamada fiesta brava.

“¡Toros sí, toreros no!”, “Ellos no pueden hablar, nosotros podemos protestar”, gritaban los manifestantes, sin dejar de hacer sonar las ollas y cacerolas.

Los manifestantes colocaron grandes carteles en las vallas metálicas, con leyendas en contra de la tauromaquia, como “No puede ser cultura si promueve la tortura” o “Educa con conciencia, no con violencia”, entre otras.

Además de las vallas, se hizo un despliegue de decenas de policías, los cuales taponearon con sus escudos cualquier resquicio por donde pudieran intentar pasar los manifestantes.

La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) detalló que fueron 550 uniformados los que participaron en el dispositivo de seguridad, además de que se utilizaron 28 patrullas, algunas de las cuales permanecieron en puntos fijos, mientras otras recorrieron la zona.

Conforme pasaron las horas, los manifestantes aumentaron y alrededor de las 15:00 horas la gente comenzó a ingresar al lugar, pero para ello tenían que pasar por una valla de policías que los protegía, mientras los inconformes levantaban sus pancartas y gritaban consignas.

En otro de los accesos, los aficionados a las corridas de toros se mostraron molestos por la presencia de los manifestantes, quienes hacían ruido con las cacerolas, mientras los espectadores se dirigían a la Plaza México.

La situación no pasó más allá de la molestia tanto de manifestantes como de aficionados, por lo que no fue necesaria la intervención de las fuerzas del orden.

En tanto, un grupo de activistas se apostó desde las 13:00 horas en el Monumento a la Revolución para, por segundo día consecutivo, recolectar firmas para acompañar con ellas una nueva demanda de amparo, para que las corridas queden definitivamente canceladas.