Van a destruir 10 casas y una capilla

Arranca demolición en el Chiquihuite

Sepultan a Paola y a su pequeño hijo Dilan, a poca distancia de la zona cero; emiten la declaratoria de emergencia extraordinaria por el desgajamiento del cerro el 10 de septiembre

Desde ayer descansan los restos de Paola y sus pequeños Mía Mayrin y Dilan en el panteón Lázaro Cárdenas, a poca distancia de la zona del deslave en el cerro.
Desde ayer descansan los restos de Paola y sus pequeños Mía Mayrin y Dilan en el panteón Lázaro Cárdenas, a poca distancia de la zona del deslave en el cerro.Foto: Cuartoscuro
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Ante el anuncio de que iniciarán los trabajos para demoler al menos una decena de viviendas afectadas por el desgajamiento en la ladera oriente en el cerro del Chiquihuite en Tlalnepantla, Estado de México, este jueves familias acudieron a la zona cero para sacar sus pertenencias y desalojar el lugar.

Los trabajos de estabilización del terreno para evitar otro deslave en la zona, como el que ocurrió el 10 de septiembre pasado y que dejó sin vida a cuatro personas, continúan en la zona cero, con la entrada y salida de camiones de carga con toneladas de arena, tezontle y otros materiales.

A partir de ayer, los habitantes de los primeros 10 inmuebles que serán demolidos en una primera etapa, entre ellos una capilla, dieron pie para permitir a las autoridades iniciar las labores de demolición.

El Gobierno municipal otorgará a los damnificados apoyos por cinco mil pesos mensuales para que puedan rentar una vivienda al menos durante los próximos tres meses; sin embargo, aunque aún no se tiene un conteo final, el Gobierno estatal señaló que al menos son 178 los domicilios que deberán ser desalojados, ya que se encuentran en un sitio de riesgo.

Los alrededores de la zona cero se mantienen resguardados por elementos de la Guardia Nacional y de la policía municipal para impedir el paso de habitantes o curiosos, ante el riesgo que representa el lugar.

Este jueves, la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) emitió la declaratoria de emergencia extraordinaria oficial por el desgajamiento del cerro, debido a la amenaza que representa para la viviendas de la ladera. Con este documento, el municipio podrá acceder a recursos extraordinarios para hacer frente a las afectaciones que dejó el derrumbe, aunque se desconoce el monto al que asciende el apoyo.

Ayer también, familiares y amigos de Paola, de 22 años, y de su pequeño hijo Dilan, de cinco —cuyos cuerpos fueron localizados en la zona del desastre el martes pasado, tras 11 días de búsqueda—, acudieron al sepelio de ambos.

Los dolientes, entre ellos Jorge, esposo y padre de las víctimas, y la madre y abuela de Paola y Dilan, acudieron al panteón municipal Lázaro Cárdenas, localizado a poca distancia de donde ocurrió la tragedia y en donde yacen los restos de la pequeña Mía Mayrin, de tres años, también hija de Paola y quien perdió la vida en el derrumbe.

Entre llanto y música de rock, uno de los gustos de Paola, los familiares despidieron a los tres miembros de la familia.

Los féretros de Paola y Dilan, de color marrón y blanco, estuvieron acompañados por un triciclo del más pequeño, y por algunos de sus amigos del jardín de niños Alejandro Fleming.

“Espero con ansias el día que Diosito me lleve para podernos abrazar los cuatro nuevamente”, exclamó Jorge, durante una entrevista con medios de comunicación el miércoles, unas horas después de que unidades caninas y elementos de Protección Civil lograron el rescate de los cuerpos de su esposa y su hijo.

  • El dato: Casi dos mil 700 toneladas de materiales, como arena y tezontle, estiman colocar las autoridades en la zona de riesgo, como medida para estabilizar el terreno.