CDMX, en batalla por ampliar los espacios

Ante la crisis de saturación en hospitales Covid de la CDMX, el gobierno capitalino, de la mano de la Federación y de la inversión privada, emprendió una cruzada para agregar el mayor número de camas posible, que cubra la demanda de enfermos graves de la pandemia, y para contratar a más personal de salud que refuerce el servicio.

Según informó la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, se espera que en los próximos días se sumen, de manera paulatina, mil 400 camas al servicio Covid, para que la capacidad sea de 7 mil en todos los institutos de salud que auxilian en la pandemia. Con base en este número, la cantidad actual de espacios para pacientes con coronavirus es de aproximadamente 5 mil 600.

Esta cifra, sin embargo, no coincide con los datos que ofrece el portal web del Semáforo Epidemiológico capitalino (https://semaforo.covid19.cdmx.gob.mx/tablero/), que por primera vez no se actualizó ayer. Al cierre de esta edición, en esta página se señala que la capacidad de los hospitales Covid es de 6 mil 959 camas, un número que podría no representar la situación actual dada la información que ofreció la Jefa de Gobierno.

Desde ayer, estos mismos datos ya mostraban discrepancias con los de la mandataria local, pues mientras ella afirmó que el porcentaje de saturación era de 75 por ciento, al 15 de diciembre, el referido sitio web marcaba 68 por ciento.

Respecto a las mil 400 camas adicionales anunciadas, es importante aclarar que no todas son nuevas, ya que algunas forman parte del servicio regular y serán reconvertidas para atender a enfermos con Covid-19, no obstante, el Gobierno capitalino aún no aclara cuántas serán nuevas y cuántas reconvertidas.

“Al final serán cerca de 7 mil camas en total. Algunas, como dijimos, estaban desconvertidas y se están reconvirtiendo y otras se están ampliando”, comentó ayer Claudia Sheinbaum.

De lo que se sabe hasta ahora, este agregado de mil 400 camas ya contempla las 260 que se anunciaron el pasado martes, para la red de hospitales de la Secretaría de Salud capitalina, y las 204 anunciadas ayer para la Unidad Temporal Covid-19 Citibanamex, el resto, 936, corresponde a camas nuevas y reconvertidas para los centros Covid de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).

Al anunciar que el Centro Citibanamex incrementará su capacidad de camas de 403 a 607, disponibles a partir del 27 de diciembre, Sheinbaum informó que fundaciones y empresarios aportarán 495 millones de pesos, que se suman a los 750 millones ejercidos al 15 de diciembre, con el fin de conservar el funcionamiento de la unidad.

Con el empresario Alejandro Soberón, presidente del grupo CIE, a cargo de la unidad temporal, Sheinbaum indicó que, con la integración de más camas, se acordó la extensión del plazo para la operación del centro hasta el 15 de marzo.

Ir a fiestas es más riesgoso que caminar por el centro

Claudia Sheinabum recordó que, a nivel internacional, se sabe que las celebraciones o reuniones masivas son un foco de alto contagio de Covid-19, incluso mayor al riesgo que una persona corre si está en las aglomeraciones del Centro Histórico de la CDMX, donde cerca de 95 por ciento de las personas que acuden a esta zona porta cubrebocas.

“No tenemos en particular un foco rojo que nos diga ‘las personas que acudieron al Centro Histórico son las que están contagiadas’. Aun así, lo que estamos buscando es que la gente no se quede en el mismo lugar, que traiga cubrebocas, que se mueva”, sostuvo.

En este sentido, la secretaria de Salud local, Oliva López, indicó que, si bien hacen falta investigaciones más rigurosas, se tienen datos de que 60 por ciento de las personas infectadas tuvieron el antecedente de haber estado en una reunión, fiesta o encuentro familiar.

“Las personas tienen la falsa impresión de sentirse más protegidas en lugares cerrados, cuando éstos incrementan el riesgo de contagio”, indicó.

“El Centro Histórico puede parecer muy aparatoso; pero en términos de riesgo, es un tránsito rápido, es una permanencia de pocos minutos, es un espacio abierto, sobre todo cuando la gente va caminando, aunque sea mucha, va con cubrebocas y va apresurada, no va cantando, no va platicando, esto disminuye enormemente el riesgo”, indicó la funcionaria local.

En cambio, dijo, en fiestas, las personas bajan la guardia y ahí confluyen grupos que tuvieron distintas exposiciones, se intercambian partículas de saliva y se da la cadena de contagios.