Por las nubes huevo, pollo, carne…

Inflación pega en los bolsillos de capitalinos

La gente compra verduras de a pieza y embutidos en pequeñas cantidades para gastar menos, revelan locatarios; ante la carestía, aumenta la demanda de los comedores públicos y comunitarios de la ciudad

La gente abarrota los tianguis, en donde suele haber ofertas, como se aprecia en esta imagen tomada ayer.
La gente abarrota los tianguis, en donde suele haber ofertas, como se aprecia en esta imagen tomada ayer.Foto: Eduardo Cabrera, La Razón
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El aumento de precios a causa de la inflación se resiente en los bolsillos de los capitalinos, quienes gastan lo de siempre pero compran menos productos en los mercados públicos de la Ciudad de México.

María de la Luz, una ciudadana que visita con frecuencia el Mercado de Sonora, se dijo sorprendida con los precios desde hace unas semanas, cuando salió por “unas cuántas cosas” y se gastó todo el dinero que llevaba.

“Se me hizo desproporcionado, compré cuatro o cinco cositas para el desayuno y me gasté como 300 pesos; de ahí, ya lo he notado en todo, no sólo la tortilla… uno va por huevo, que por el pollo, y no alcanza”, comentó.

Mientras realiza sus compras para llevar el alimento a su hogar, la capitalina cuenta a La Razón que para ella y su familia, el aumento de precios es “un golpe más”, que se añade a las pérdidas que tuvieron en los últimos años debido a la pandemia de Covid-19, pues además de padecer la enfermedad, su marido perdió el empleo.

“Estuvimos varios enfermos, una de mis hijas en el hospital, y mi esposo perdió el trabajo en lo más duro de la pandemia”, dijo.

Y ahora, lo que hace todavía algunas semanas podía adquirir con 200 pesos, ya cuesta 300 o 350 pesos, lamentó María de la Luz. “Se veía venir después de la pandemia, y aun así nos sorprende a todos, porque el dinero nunca es suficiente, nunca alcanza”, mencionó.

Ésta es una realidad que afecta a miles de mexicanos, pues a más de dos años del inicio de la pandemia de Covid-19, más del 64 por ciento de los ciudadanos aún no ha logrado recuperarse económicamente, de acuerdo con datos de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).

La carestía ha obligado a algunos ciudadanos a tomar diferentes medidas, que van desde acudir a los comedores públicos y comunitarios, cuya demanda se ha incrementado, hasta trabajar más turnos o buscar empleos adicionales para generar más ingresos.

Es el caso de Alfredo, un habitante de la alcaldía Gustavo A. Madero, quien ha intentado “de todo” por sacar “una lanita extra” y así superar el encarecimiento de los productos básicos.

“En la pandemia pusimos un negocio en nuestra casa de venta de comida, empezó para los vecinos, fue la forma de salir adelante cuando no podíamos dejar la casa, pero ahora que todo está más caro, incluso nos la estamos pensando para seguir (con el negocio)”, contó a Alfredo a este medio.

El aumento de precios afecta a los principales alimentos de la dieta básica de los mexicanos, como huevo, tortillas, leche o carne, por lo que la reducción en el consumo de los mismos también golpea a los miles de ciudadanos de viven del comercio de estos productos.

En el Mercado de Sonora, locatarios coincidieron en que cada vez es más frecuente que la gente se lleve frutas y verduras por pieza, lo que hace que “se pierda mucho, porque la gente compra al día, no se llevan ni el kilo de algunas cosas, y a nosotros no nos conviene vender una pieza o dos, cuando compramos por caja”.

Tan elevado es el precio de algunos productos, como el huevo —que se ha elevado a más de 40 pesos—, que algunos consumidores han optado por adquirir apenas de a una pieza.

Otros alimentos también se compran de a poco, como los embutidos y la carne, coinciden en señalar varios locatarios.

  • El dato: Durante el pasado mes de julio la inflación alcanzó el 8.15 por ciento, la más elevada en dos décadas, lo que se refleja en el incremento de los productos básicos.