¿Comunicación o transparencia?

¿Comunicación o transparencia?
Por:
  • larazon

La línea entre comunicación y transparencia suele ser bastante delgada, al hablar de manera informal de los esfuerzos que los bancos centrales alrededor del mundo llevan a cabo para contribuir a informar y manejar las expectativas de los agentes económicos.

Si entendemos como comunicación a los esfuerzos de difusión de información relacionada con la política monetaria por parte de los bancos centrales y a la transparencia como el grado en el que el banco central enseña “su manera de pensar” a los mercados y analistas, entonces un banco central podría ser totalmente transparente aún sin realizar esfuerzos de comunicación. ¿Cómo es esto?

La anterior disertación viene al caso pues uno los puntos más relevantes del Informe Trimestral de Inflación del Banco de México publicado el pasado 27 de octubre, fue el anuncio de la próxima publicación de minutas de las reuniones de la Junta de Gobierno correspondientes a la decisión de política monetaria.

Cabe recordar que una minuta puede definirse como el registro oficial del progreso de una junta o conferencia que, presentado en forma de extracto o resumen, pretende destacar sus partes esenciales.

Sin duda, consideramos que se trata de un paso en la dirección correcta y que ubica al Banco de México dentro de las mejores prácticas en términos de políticas de apertura de la banca central. ¿Por qué? Porque según la encuesta del Banco Internacional de Pagos realizada en 2007 (que incluyó a 32 bancos centrales alrededor del mundo), solamente una tercera parte de las instituciones centrales publican minutas y de hecho son éstas las que (según estudios formales) que tienen un mayor impacto entre los participantes de mercado y analistas.

Sin embargo, en la medida en que las minutas del banco central resulten una versión altamente editada y colapsada de las discusiones al interior de la Junta que al final, no reflejen una idea cercana de las variables y los ponderadores (con signos) contenidos en la función de reacción del banco central, entonces no pasaría de un nuevo vehículo de comunicación.

Por el contrario, si las minutas cumplen con el objetivo de “enseñarnos” la manera de pensar del banco central, de tal forma que en el extremo sean las mismas variables económicas y no las publicaciones (comunicación) del instituto emisor los principales insumos de un más efectivo pronóstico de las acciones del banco central, entonces sí que implicaría un avance sustantivo por parte del Banco de México.

La moneda está en el aire, será el 4 de febrero cuando se publique la primera minuta en la historia de Banco de México correspondiente a su reunión de política monetaria calendarizada para el 21 de enero.

jvirgenroj@banamex.com