Farsas del arte contemporáneo en NL

Ernesto Lozano

Four Seasons es el título de la exposición que el artista plástico Fabián Ugalde presentará en la Sala Principal del Centro de las Artes, del Parque Fundidora de Monterrey, Nuevo León, desde el próximo 28 de julio hasta el 25 de octubre de este año.

Una muestra integrada por 20

pinturas con formatos aproximados de 2.50 por 3 metros, en tinta y vinil mate sobre tela plastificada. Las piezas de esta exposición fueron curadas por Alberto Luna y el propio artista, tras una selección de seis años de trabajo.

Fabián Ugalde no es un pintor contemporáneo sólo porque utilice medios digitales para expresarse; en realidad, lo es por los contenidos de la pintura

y la imagen final.

La muestra Four Seasons representa un comentario de cómo el arte contemporáneo ha caído en contradicciones, en excesos, en farsas.

La Razón conversó con Fabián Ugalde, artista egresado de la escuela de arte

La Esmeralda, quien durante cinco años impartió clases en ese centro y formó parte del consejo académico. Como parte de su preparación, Ugalde tomó diplomados en multimedia para manejar programas de computación que le han facilitado su desempeño como artista plástico.

¿Te consideras un artista pop? No. No es mi intención. En alguna época sí fue como recurrir a algunas estrategias del pop art, pero en las series con las que trabajo ahora no siento esa influencia. En éstas abordo la iconografía de primera línea del arte

contemporáneo; lo hago haciendo una especie de arqueología de imágenes que son las más reconocibles, las más identificables de los últimos años. He trabajado con ellas para representar una crítica.

¿Qué encontramos en cuanto a cronología y contenido en la muestra? Se cuenta con iconografía: está la fachada del Museo Guggenheim de Nueva York, una de las esculturas de Jeff Koons, la de Puppy, o de museos y espacios donde se hacen parodias de arte contemporáneo.

¿Es Four Seasons una crítica, una revisión del arte? Es una especie de reflexiones sobre la historia del arte, del reciclaje estético que se está haciendo no sólo en el arte, sino también en la moda, en la música, entre otras manifestaciones. Yo estoy, sino preocupado, sí fascinado. Me llama mucho la atención la revisión que se está haciendo constantemente de la estética y las tendencias del arte que se quieren presentar como novedosas, pero que en realidad es un girar en un mismo eje desde los años 70. Me llama mucho la atención el cómo se quiere presentar al arte como algo fresco. Yo, al igual que otros autores, lo veo como un reciclaje de desechos de la historia, que no va para ningún lado, La Historia está como detenida, girando en un mismo eje, y no está avanzando en esa línea que llevaba; está como interrumpida, girando como en una espiral.

¿Cómo podemos considerar la representación de tu muestra? No sé si es una instalación o una acción; aprovecho lo que me permite la pintura, llevo todo a la bidimensión. Me parece muy rico poder trabajar la tridimensión, piezas como esculturas, acciones, o intervenciones y llevarlas a la pintura, darle una sola perspectiva, un solo punto de vista, aprovechar las cualidades de ofrecerle al espectador una sola cara de la pieza. Yo selecciono la cara que se puede ver de esa tridimensionalidad.

¿Qué técnica empleas en tu proceso creativo? Encontrarán una mitad en trabajo digital y la otra es manual. Toda la construcción de las imágenes está hecha con IIlustrator y a partir de vectores, estos se amplían, se cortan mascarillas y luego se llevan a la tela para pintarse. Es como una herramienta muy precisa para pintar, cuyo resultado no es una impresión digital, aunque éste es muy plano también. Yo no abandono la pintura, en mi obra también está el pincel y la mano. Tengo una parte como muy tradicional a la hora en que dejo caer la pintura, trabajo sobre un bastidor y una tela. Conservo en mi trabajo el oficio, como parte del ritual de pintar y por otro lado introduzco herramientas que me facilitan precisión y exactitud.

¿Qué artistas han marcado tu carrera? Gente que ni siquiera visualmente se relaciona con mis imágenes. Te menciono a Francis Bacón, Marcel Duchamp; en México Julio Galán; en Cuba, José Bedia. No soy fan de nadie, he tomado de todos. Menciono también a Neu Rauch; de los alemanes cito a Peter Doig. Todos me han aportado algo sin que yo siga una línea. De algunos me gustan sus acabados, sus tratamientos, mientras de otros la manera en que construyen las imágenes, la sintaxis, la manera en que sintetizan. Me gustan los artistas que trabajan la sintaxis de la imagen con mucho rigor.

¿Cómo ves el arte contemporáneo en México en cuanto a mercado? Veo en México un mercado limitado, no cultivado. No hay un gran mercado como para que crezca mucho por el lado comercial, está muy cerrado el círculo y los compradores están muy cautivos; para mí no es un mercado fácil. Es una contradicción, por un lado hay un problema de mercado, pero por otro lado eso ayuda a decantar artistas, que los que no deben estar renuncien. Hay artistas de muy buen nivel a pesar de no estar vendiendo, ni estar subsidiados por el sistema, que se mantienen fieles a su trabajo. El nivel en México es bueno, pero no dejamos de tener esa añoranza o admiración por lo que se está haciendo en Europa. Seguimos de algún modo impresionándonos con los artistas que han estado en Alemania o han trabajado en Inglaterra, ésos son muy aplaudidos aquí, descartando la posibilidad de que se puede hacer arte en México, sin tener la influencia europea.

¿Sientes que haya representación de ese arte contemporáneo en instituciones en México? No. No sé si esa ausencia sea por las direcciones de los museos, no sé si es Osvaldo Sánchez en el Museo de Arte Moderno quien decide qué se cuelga o que no, no sé exactamente cuáles sean las políticas de los museos, no sé por qué el Museo Tamayo limita sus exposiciones a artistas extranjeros, no lo sé. Lo que sí sé es que muchas exposiciones en México se nutren de galerías, que el curador va a las galerías en las que son amigos del galerista, ahorrándose mucho tiempo de investigación y reflexión, es como si el mercado estuviera dictando lo que va a los museos. La institución es la que debería legitimar al artista, al arte contemporáneo, no el mercado, pues el nivel del trabajo se cae. Existen casos de una relación perversa de curadores que “cebollean”, que aplauden a artistas que están en galerías, con paga de por medio. Siento que parte de la crítica está en manos de mercenarios, eso le hace mucho daño al arte mexicano.

¿Te gustaría mostrar tu exposición en la ciudad de México? Si, hace tiempo que no expongo aquí en una institución, pero no quisiera que fuera en un lugar que contradijera el discurso de la muestra, No me gustaría que mi exposición llegara a un lugar de arte contemporáneo que la misma muestra está criticando, donde exhiben el mismo arte del que estoy hablando en mi obra.

http://ernestolozano.artelista.com

http://blogs.3.80.3.65/deartesvisuales/

Fabián Ugalde

Nace en Querétaro, en 1967

Estudios: Artes plásticas en La Esmeralda (1997-92)

Exposiciones individuales:

Efectos secundarios, Galería Nina Menocal,

Fabian Ugalde, Art Deposit, México DF