Siqueiros, paisajes de pasión

Siqueiros, paisajes de pasión
Por:
  • larazon

Siqueiros Paisajista refleja la pasión del hombre que a través de los pinceles logró emerger el sentimiento y la pasión del renacimiento de la pintura. La muestra permanecerá en el Museo de Arte Carrillo Gil hasta 23 de octubre de 2011.

Desde el inicio de la exhibición se percibe la emoción de sus trazos en “Pinturas transportables”, tal como las llamaba David Alfaro Siqueiros, quien las consideraba bocetos que desembocarían en un mural sin tintes políticos.

Conforme uno se adentra en la museografía se percibe el conocimiento que el artista poseía sobre los elementos que conforman el paisaje:

horizontes, cordilleras volcánicas, formas turgentes y el drama. En 80 piezas se expone a un Siqueiros que fotografiaba la naturaleza con sus trazos, que daban origen a una obra de arte con lectura poliangular.

La Razón conversó en exclusiva con la directora y curadora de la muestra, Itala Schmelz, quien destacó el recorrido de raíces arbóreas, ejércitos indígenas, ciudades en llamas, urbes futuristas, progreso, ciencia, desastres y transformaciones industriales, todo como parte de Siqueiros Paisajista.

David Alfaro Siqueiros... ¿Paisajista? Es la provocación por buscar una nueva faceta de Siqueiros, para que lo apreciemos desde un ángulo que sin lugar a dudas fue significativo en su carrera plástica, como fue el género del paisaje. En la exposición reunimos obras desde 1914 hasta 1973, es decir, de poco tiempo antes de su muerte. A lo largo de toda su vida evolucionó la temática del paisaje.

¿Cómo y cuándo surge la idea de conformar la exhibición? Es un proyecto que lleva mucho tiempo formándose. Surgió a partir de observar en sus acervos documentales. En el archivo de Siqueiros encontramos gran cantidad de fotos de su obra de paisaje de caballete, muchas de las cuales pasaron directo al coleccionista. Además, surgió de la inquietud por reunir toda esta riqueza cultural, en un Siqueiros como gran pintor del paisaje, punto que tendrán que corroborar las personas cuando vengan.

Itala Schmellz, Alberto Torres, América Juárez, Christopher Fulton, un grupo importante de curadores, ¿a qué se debió? Para lograr esta exposición fue necesario reunir a un grupo importante de investigadores y no solamente de curaduría. Lo anterior obedeció a que estábamos reflexionando una temática no muy estudiada, por lo que había que abordar varios canales y confirmar datos que se tenían algo débiles sobre el paradero de determinadas obras. Esto en determinado momento, volvió el proceso largo y delicado, porque cada informe contenido en la muestra fue preciso.

¿Cómo se divide la muestra? Formamos un exhibición que no posee una base cronológica; apenas fue algo temática. La encasillaría como el resultado de un trabajo que cuenta con una lectura poliangular, como la proponía Siqueiros. Así definiría parte de su legado que es palpable en los espacios arquitectónicos envueltos por su pintura mural, el espactador al posicionarse en diversos sitios movilizaba sus volúmenes, su personaje.

La exposición está planteada así. Gracias al trabajo en equipo, el museográfo, Salvador Quiroz, planteó la propuesta de buscar ángulos siempre verticales para admirar desde diferentes ángulos su obra. Su arte se podía apreciar desde diferentes perspectivas, esto nos permite observar la obra de lejos, de cerca, volvernos a encontrarla y vincularla entre sí. La lectura es muy siqueiriana.

¿Qué descubriremos de Siquieros? Vamos a descubrir a través de 80 piezas su mirada sobre la naturaleza en el paisaje. La situación emocional de Siqueiros que pude ir de lo real a lo natural, a lo realista, incluso, tenemos escenas de Acapulco, de Veracruz, del Pedregal, del Ajusco.

También veremos la capacidad de utilizar el paisaje como un género para lo imaginario.

¿Difícil destacar algún trabajo del maestro Siqueiros? Es complicado ver algo así, por un lado hay obras muy importantes y, por otro, nos encontrarnos con pinturas que nunca habían participado en una exposición pública. No pondría a ninguna pieza por encima de otra. Sí mencionaría que esa obras celebres en su carrera como Nacimiento del fascismo (1936), donde aparece un mar todo tormentoso. Tenemos piezas como Explosión en la ciudad, que pertenece a la colección del Carrillo Gil, que también es de sus piezas más reconocidas y polémicas, donde se presenta una antelación a lo que fue la explosión de Hiroshima y que no es muy precisa cuándo la realizó. Contamos con el único cuadro que pintó Siqueiros mientras estaba escondido en una cueva de los Altos de Jalisco mientras estaba oculto tras su intento fallido de asesinar a León Troski, de ahí surge una pintura con unas montañas en 1940.

¿Cuál fue la fórmula para convencer a los coleccionistas y poder reunir las piezas? Esa fue la labor más delicada, porque para que un coleccionista te preste su obra, debe de confiar en tu proyecto y en la calidad que debe tener y los cuidados que uno ofrece para evitar cualquier daño. Afortunadamente, tras muchos años de trabajo y de contactos fuimos logrando que confiaran en Siqueiros Paisajista,lo que nos permitió lograr esta exposición.

¿Observaremos a Siquieros a través de su obra como el hombre, el artista, el pintor y el fotógrafo de paisajes? Sí, utilizó mucho la fotografía para pintar paisajes, de hecho lo uso como bocetos. En la exposición hay muchos documentos pertenecientes a su propio archivo que nos dan la pauta de cómo estudiaba el paisaje Siqueiros. Ahí es donde veremos a un artista del paisaje imaginario, tendiente a lo apocalíptico, a las diásporas humanas, volcanes en erupción, que provienen de un momento en que es preso. Es en la cárcel donde el pinta mucho paisaje. No lo fotografía, lo saca de su interior, de su experiencia previa. Estos fondos de caballete son bocetos que llamó estudios, al final la intención era la realización de murales sin esta función política e ideológica. Estamos ante el cuerpo completo de Siqueiros. Los paisajes nos dan la pauta del gran pintor que era. Él tomaba sus pinceles y expresaba en un lienzo su posición más cosmopolita, siempre preocupado por temas científicos y de investigación.

Tenemos cuadros con antenas, otro con una nave, También aborda la explotación del petróleo por el hombre.

¿Es la misma muestra que se presentó en California y que generó críticas excelentes? No exactamente, porque allá tuvimos 65 piezas y aquí serán 80. Aunque hay que destacar que no estarán algunas obras que fueron exhibidas allá, pero que no nos pudieron acompañar. El acierto es que aquí la museografía cuenta con un juego de espacio y se lograron integrar documentos, algo que no se hizo en Los Angeles. Además hace muchos años que no se hace una muestra como esta de Siqueiros.

http://ernestolozano.artelista.com

http://blogs.3.80.3.65/deartesvisuales/

David Alfaro Siqueiros

1896 – 1974

Chihuahua, México

Pintó entre rejas y exilios, su vida política fue intensa y corrió paralela a su producción pictórica orientada básicamente al muralismo.

Su vida y su obra reflejan el espíritu de la revolución social y cultural que sacudió al México del siglo XX.

Siqueiros estudió en la Academia de San Carlos de ciudad de México, en donde participó en la huelga estudiantil de 1911 y en la Escuela al Aire Libre de 1911 a 1913.

Su forma de pintar es esquemática. Intentaba encontrar un dinamismo en la figura para crear movimiento. Siempre buscaba teorías para experimentar en ellas. Una de las formas en las que Siqueiros creaba movimiento era pintar con diversas líneas, a modo de boceto. Normalmente, estos trazos son negros y gruesos.

Premios:

Premio Nacional de Bellas Artes (1966)

Premio Lenin de la Paz (1966)