Un altar cilíndrico con un cajete labrado al centro, que los olmecas debieron haber usado hace aproximadamente 2,800 años como receptáculo de agua de lluvia a la que otorgaban un carácter ritual, fue descubierto durante excavaciones en la Zona Arqueológica de Chalcatzingo, en Morelos.
El hallazgo se registró al efectuar labores de excavación para drenar la denominada Terraza 6 ó del Cazador, para asegurar la conservación de éste y otros dos monumentos: el llamado número 24, y el 27, que es una estela conocida como “El Cazador”, de la cual toma su nombre esta sección del sitio.
El arqueólogo José Cuauhtli Medina Romero informó que el descubrimiento del altar (de 1.30 m de diámetro y 46 cm de espesor) se logró hace unos meses durante tales trabajos que aún se llevan a cabo, los cuales están enfocados a encontrar el piso de época prehispánica, para drenar el agua que se acumula durante la temporada de lluvias, y así evitar el deterioro de los antiguos monumentos.
El especialista del Centro INAH-Morelos indicó que el contexto arqueológico corresponde al periodo preclásico medio, entre 800 y 500 a.C., cuando este asentamiento (localizado en el municipio de Jantetelco) recibió la influencia de grupos olmecas, cuya impronta se observa en los diseños de relieves esculpidos en piedra, y que caracterizan a Chalcatzingo.
