Foto Cuartoscuro
Con 80 años de existencia, el Palacio de Bellas Artes se ha convertido en uno de los monumentos más emblemáticos del país. No sólo es sede de las más importantes muestras de arte en distintas facetas como la música, la danza, la pintura o la escultura, sino que se ha convertido por sí mismo en un inmueble que asombra.
A unos días de conmemorarse el 80 aniversario de su inauguración, este emblemático edificio ubicado en el corazón del Centro Histórico luce, desde el pasado jueves, una nueva iluminación exterior por medio de 100 lámparas de LED, que destacan la composición artística del recinto.
Esta iluminación, indica la gerente del este espacio, Liliana Saldaña, más que una iluminación espectacular, es una iluminación arquitectónica, que destaca cada uno de los detalles del inmueble de estilo ecléctico que incorpora conjuntos escultóricos cargados de simbolismo.
La iluminación del Palacio de Bellas Artes permite crear escenarios lumínicos diversos de acuerdo a las diferentes actividades del espacio, lo que significa que cada escena contribuye a destacar su belleza arquitectónica, poner en valor sus componentes artísticos y asegurar su conservación.
Ubicado a un costado de la Alameda Central, el edificio fue inaugurado la noche del 29 de septiembre de 1934 luego de un proceso de construcción que inició por mandato de Porfirio Díaz desde 1904.
