Foto Especial
Aunque la restauración del jarrón histórico al que maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación prendieron fuego y rompieron una de sus asas, estará lista esta semana, el especialista en arquitectura del paisaje de la Universidad Autónoma de México, Saúl Alcántara Onofre advirtió que estos daños hacen que la pieza disminuya su valor.
“Del asa se puede hacer una réplica copiando la otra parte, pero ya es una reparación, lo cual hace que disminuya su valor. Además, puede quedar sensible en otras agresiones”, explica a La Razón.
Esta pieza que forma parte de las 71 esculturas creadas por Gabriel Guerra a finales del siglo XIX, fue vandalizada por maestros de la Coordinadora, quienes la madrugada del martes durante su plantón bajaron la escultura de su pedestal para intentar prender una fogata.
Durante el plantón que impuso el magisterio oaxaqueño, usaron la infraestructura de la ciudad para colocar sus carpas y mantas sin importar las consecuencias que esto podría provocar. La importancia del acervo escultórico recaé a que estos monumentos representan a personales ilustres de la vida política, social y cultural de nuestro país.
Esta pieza no es la única que los maestros dañaron, pues en junio de 2010, durante una protesta afuera del edificio de la Secretaría de Educación Pública, con palos y tubos rompieron la puerta del recinto, que data de 1731.
Alcántara Onofre señaló: “No es posible que dañen el patrimonio de todos porque es un derecho de los mexicanos… se agreden nuestros derechos civiles, expresados en los bienes artísticos, en este caso en el jarrón”.
Destacó que la avenida más emblemática de la Ciudad de México no sólo la conciben sus árboles o su palmera también la “hacen hasta las cosas menores , como el jarrón”.
Durante un recorrido realizado ayer, La Razón encontró que la pieza, ubicada a la altura de Bucareli, todavía está mutilada de su agarradera derecha, que tenía la forma de una pequeña escultura en forma de victoria alada. En su lugar sólo quedó una mancha que denota la silueta del fragmento faltante.
Además, la escultura presenta deformidades, pues la boca del jarrón se deformó debido a los golpes y al calor provocado por la quema de algunos objetos en su interior.
Frente a esta escultura se encuentra una similar que aún se mantiene intacta y que, en comparación a la dañada, denota el daño que la pieza sufrió es de gran magnitud.
Durante las marchas en la ciudad de México, cada vez es más recurrente el daño a piezas con valor histórico, un ejemplo de ello es la puerta de Palacio Nacional, que fue incendiada por encapuchados el pasado 9 de noviembre.
Ante estos hechos, el especialista recomienda que las autoridades hagan un registro digital de cada uno de los edificios y esculturas con valor histórico o artístico para así poder restaurar las piezas en caso de que sufran algún daño.
“Lo que sugeriría al Gobierno del Distrito Federal es hacer un levantamiento digital de cada uno de los elementos, sería importante tenerlo y si hay una perdida como esta se pueda reparar teniendo un archivo digital”, explicó.
Advirtió que uno de los mayores riesgos de estas acciones es que si se destruyera un patrimonio del cual no se tuvieran registros digitales y solamente fotografías, “sí habría una pérdida irreparable”.
Durante dos días los maestros de la CNTE provenientes de Oaxaca se manifestaron en la avenida Paseo de la Reforma, lo cual provocó congestionamiento vehicular.
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Millones 278 mil pesos invirtió la Secretaría de Obras del DF para rehabilitar 76 estatuas y 71 jarrones de Reforma en 2013
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