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Un químico holandés asegura que descubrió la causa de la depresión que impulsó al pintor Vincent Van Gogh a cometer suicidio en 1890.
En un artículo publicado este sábado en el diario AD, de Holanda, René Van Slooten afirmó que la enfermedad de Van Gogh fue motivada por la continúa inhalación del monóxido de carbono emitido por la lámpara a gas que el pintor había instalado en su departamento para trabajar en la noche.
Según el químico, las emisiones de ese tipo de lámpara, en contacto con diversos metales pesados presentes en el material de pintura, como mercurio y plomo, provoca dolores de cabeza, alucinaciones, y puede conducir a la depresión.
"Van Gogh empezó a oír voces que no existían, lo que lo llevó a cortarse la oreja. Sus ojos adquirieron una sensibilidad a la luz fuera del normal, otro síntoma común de intoxicación crónica por monóxido de carbono", detalla.
Para Van Slooten fue probablemente ese síntoma que inspiró al artista a llenar de luces y estrellas brillantes sus pinturas.