Iba a ver carreras... y eternizó empoderamiento juvenil en el país

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Foto: larazondemexico

Graciela Iturbide llegó hasta Valle de Bravo en 1971 para retratar una carrera de autos que iba a estar ‘amenizada’ por bandas de rock, sin embargo terminó fotografiando el festival musical más importante del siglo XX en México: Avándaro. “Yo no sabía nada de rock y me gustó la interrelación que había entre toda la gente. Fue una nueva experiencia para mí”, expresó la fotógrafa en entrevista con La Razón.

Graciela Iturbide, Avándaro, está integrada por 56 imágenes que la afamada artista visual captó entre el 11 y 12 de septiembre en el denominado Festival Rock y Ruedas, el cual cumplió 45 años de haberse realizado y quedar como uno de los eventos musicales y sociales emblemáticos de la contracultura mexicana.

La muestra inaugura hoy en el Museo del Chopo y está conformada a partir de las imágenes que habían quedado un poco olvidadas por la artista “en aquella época hice un pequeño libro que ahora es buscado por coleccionistas, no las había mostrado porque hasta ahora hubo un interés de José Luis Paredes, director del Chopo, y del curador Álvaro Vásquez Mantecón de exhibirlas. Afortunadamente el material que yo tenía estaba en buenas condiciones”, señaló.

Álvaro Vázquez Mantecón, curador de la exposición, comentó que el festival se realizó en un contexto social muy específico: estaba reciente la represión a los movimientos estudiantiles de 1968 y 1971. Había surgido una contracultura juvenil que se expresaba intensamente en diversos ámbitos; particularmente los grupos de rock ya no se conformaban con cantar covers y se arriesgaban a componer su propia música, aunque frecuentemente cantada en inglés.

En ese inicio de los años 70, Iturbide era asistente de Manuel Álvarez Bravo y estudiaba cine, asegura que esas enseñanzas le sirvieron mucho cuando llegó a retratar un mundo que le era desconocido.

“Ahí conocí a los grupos de rock, ambiente que me era ajeno, pero que me interesó mucho. Un lugar totalmente diferente a lo que yo había vivido. Todo lo nuevo y que te sorprende es fantástico para la vida. Aproveché la oportunidad de ir con Jorge Fons, director de cine y Luis Carrión, representante de la industria cinematográfica Marco Polo. Evidentemente me sirvieron las enseñanzas de Álvarez Bravo, yo fotografié todo lo que vi. Por suerte llevaba muchos rollos de película”, comentó.

Entre esas películas iban algunas a color, con las que artista realizó tomas, esto representa algo atípico en su trabajo fundamentado en el blanco y negro.

En reencuentro con este archivo perdido en el estudio de la fotógrafa, fue “gracias a José Luis Paredes y Álvaro Vázquez Mantecón. Así también Trilce que está haciendo un libro con fotos mías a color inéditas, la cuales fueron seleccionadas por sus los directores de la casa editorial Deborah Holtz y Juan Carlos Mena, que acompañarán con un texto muy interesante de Federico Rubli, que conoce muy bien toda la historia del movimiento musical y político de Avándaro y que hace un análisis tanto de los grupos musicales de esa época como de la situación social de México en esa época”.

Este texto también se presentará hoy durante la inauguración de Graciela Iturbide, Avándaro. Esta revisión permitió a Iturbide “darme cuenta y ser consciente, que después de la represión que hubo en esos años el gobierno quería dar “libertad” a los chavos y a los grupos de rock que fueron a Avándaro”, concluyó.

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