Hijo de un conocido galerista alemán, David Zwirner abrió su primer local en 1993, en el SoHo neoyorquino. Su primera exposición fue una individual del escultor austriaco Franz West, durante la cual no vendió ni una sola obra. Luego de veinticinco años, y pocos días después de celebrar las bodas de plata de su proyecto galerístico, la realidad de aquellos inquietantes inicios se ha tornado en una exclusiva y apabullante historia de éxito: cinco locales operativos en Nueva York y Londres y un sexto que inauguró en Hong Kong. Del próximo 7 al 11 de febrero la galería de Zwirner se presentará en ZsONAMACO 2018, una muestra de la relevancia que tiene la feria de arte en el plano internacional.
El brillante ascenso de Zwirner lo ha llevado a ser calificado como el Gagosian de su generación. De hecho, después de dos décadas de incontestable dominio del dealer californiano, Zwirner le ha arrebatado el liderazgo dentro del sector galerístico mundial. La última lista de los Power 100, confeccionada por Art Review, y en la que se clasifican los nombres más poderosos del mundo del arte, sitúa a Zwirrner como el galerista más influyente del pasado año, ocupando el quinto lugar de la elitista tabla. Y, ciertamente, los números generados por su emporio no son para menos: mil 400 obras vendidas durante el último ejercicio, que arrojan un balance de 500 mdd.
Organización multinacional
Comprar arte en la gallería de Zwirner determina un estatus social, la pertenencia a una privilegiada clase de coleccionistas que se acerca al arte más por prestigio y poder que por amor a y conocimiento de las prácticas artísticas.
Año tras año, Zwirner llega a la Feria Internacional Art Basel, que se celebra en Suiza y en la que participan más de 300 galerías de América Latina, Europa, Asia y África, rodeado por una multitud de asistentes y bajo un aura de mistificación que convierte su stand en un espacio de glamour, por el que desfilan personalidades como el multimillonario ruso Roman Abramovich o el actor Leonardo DiCaprio.
El Dato: Zwirner se convirtió en la primera de varias megagalerías internacionales en abrir una sede en H Queen’s (centro artístico) de Hong Kong.
Dentro del ámbito de la intermediación artística es posible diferenciar tres tipos de galerías: las big boxes, de cuyo grupo Zwirner es su principal representante; las midlde tier, conformadas por una nutrida clase media que, a lo sumo, llega a tener una docena de trabajadores a su cargo; y las denominadas mom and pop stores, cuyo staff no pasa de tres o cuatro trabajadores. Una big box como David Zwirner Gallery dispone de un personal contratado de más de 160 personas, y cuenta con varios departamentos, entre ellos, de publicidad y comunicación— que permiten una distribución en cadena y profesionalizada del trabajo—. El personal de ventas funciona a comisión, de manera que, técnicamente, genera entre sí un espíritu bastante competitivo que Zwirner intenta rebajar mediante un supuesto “código ético” que jamás ha hecho público.
Como interesante ejemplo de comparación, ninguna de las “grandes” galerías españolas supera las cinco personas contratadas.