Tiene presencia en las mesas de novedades de las librerías del país Buenos días Avril, ¡Estás en Delhi! (HarperCollins México, 2019), primera incursión del conferencista, editor y promotor de yoga Daniel Mesino en los espacios de la ficción narrativa. Novela juvenil que narra los avatares de Avril, quinceañera inteligente, espontánea y atractiva, quien goza de la amistad incondicional de Bencho: víctima del bullying escolar. La madre, Mariana Valiani, es adicta a la comida orgánica, fanática de Meghan Trainor y ‘estrella’ de YouTube.
Narrada en primera persona (yo), con empalmes de elementos del diario íntimo, la crónica y las gradaciones de los libros de viajes, Mesino, bajo el alias de Dan Sam, edifica un sugerente relato de aprendizaje o de formación (Bildungsroman) en que el lector es testigo de la evolución y desarrollo físico, moral y psicológico de la inefable Avril. En medio del desfile de personajes extravagantes, tiernos y cordiales transcurre la existencia de la protagonista escoltada por dilemas singulares, los cuales alcanzan resolución en un sorpresivo viaje a India, en compañía de la
madre y de Bencho.
“He querido rendirle un modesto tributo a esas novelas iniciáticas, de formación, que me marcaron en la juventud: hablo de Un hilito de sangre, de Eusebio Ruvalcaba, De perfil, de José Agustín, o Algún día este dolor te será útil, de Peter Cameron. Me interesa el periodo de la adolescencia, lapso que marca la vida de un ser humano: de ahí la invención de Avril que tiene una madre excéntrica, una abuela reflexiva, un fiel amigo y un padre que llora mientras escucha una canción. El mundo de Avril es sugerente y complejo”, declaró en conversación con La Razón, Dan Sam.
[caption id="attachment_911667" align="alignnone" width="1068"] Buenos Días Avril, ¡Estás en Delhi! Autor: Dan Sam Género: Novela Editorial: HarperCollins, 2019[/caption]
¿También huellas del Holden Caulfield, de El guardián en el trigal, de Salinger? Por supuesto. Aunque la rebeldía del personaje de Salinger va por otro sentido; pero, sí: Avril y Caulfield son dos seres que no quieren ser igual a los demás, en eso coinciden.
Arenga narrativa que acopia de manera muy acertada el habla de los adolescentes. ¿Cómo lo logró? Escuchando a mis sobrinos, observando los gestos y comportamientos de jóvenes cercanos a mí. Yo quería trasladar al lector a ese cosmos de la adolescencia en que los acentos lingüísticos, las modulaciones expresivas y los neologismos juegan un importante papel. Amén de la presencia de la web y sus secuelas.
¿Hay interés por parte suya de recalcar valores éticos en este libro? No hay ninguna intención en ese sentido. Avril es como es. La presento como una muchacha que no quiere ser como los otros: el gran valor de ella radica en ser diferente a los otros, por eso no es bien vista por los compañeros de la escuela. Los valores siempre han estado ahí, esperando, y más que todo la amistad, el amor y la familia.
¿Pero, prepondera una alegoría a los valores de la amistad, el amor y la familia? Es cierto. Alegoría a esos atributos, pero desde una narración divertida, con cierto toque del cine de Bollywood y referencias musicales en regodeos con el color y los contrastes de India. Es un libro que incita al sueño y al viaje. Los lectores después de la lectura terminan enamorados de la cultura de ese país.
¿Habrá continuación de las aventuras de Avril? Primero, debo decir que está por salir la edición en inglés y, asimismo, la preparación de una edición en idioma turco. Sí, hay segunda y tercera parte: el volumen que sigue es Avril de 16 años de edad de viaje en Tokio; en el tercero aparece nuestra protagonista con 17 años en viaje por Estambul.
Daniel Mesino
Profesión: Editor, instructor y promotor del yoga
Otros libros: Date un break: una guía para el bienestar, la creatividad y la productividad laboral. Meditación para una vida plena; y Respira, medita y recupera tu felicidad.
MI PRIMER BESO A
RITMO DE UNA
CANCIÓN DE ED SHEERAN
Estoy enojada, molesta. Son de esos días en que nadie te entiende, que te sientes diferente y no tiene nada que ver con tus cambios hormonales, el crecimiento, tu periodo o todas esas cosas que tus papás te ponen como pretexto para evitar hablar contigo.
Siempre trato de tener una actitud buena hacia los demás y no enojarme en lo más mínimo, pero ahora no entiendo qué es lo que pasa. ¿Y si realmente se trata de un problema con mis hormonas y no lo quiero ver?
Soy rara y lo acepto. De pequeña era un ser verdaderamente exasperante porque siempre me aferraba a que todas las preguntas que hacía tuviesen una respuesta; no he cambiado mucho (...)
Fragmento tomado del libro
