En el nuevo Museo Dolores Olmedo se invertirán 600 millones de pesos, detalló ayer Sergio Haua, director general de Aztlán Parque Urbano, quien explicó que ya cuentan con los permisos de construcción y se trabaja en el proyecto ejecutivo de la obra, la cual no iniciará hasta que se garantice el traslado de las piezas de Frida Kahlo, Diego Rivera, Angelina Beloff y Pablo O’Higgins, así como arte prehispánico, novohispano y popular, que conforman el acervo.
“La inversión debe ser de alrededor de unos 600 millones de pesos. No podemos comenzar la obra hasta que esté garantizado el traslado, sino imagínese, tener el museo sin la obra”, comentó Sergio Haua a medios de información, entre ellos La Razón, luego del anuncio de la programación de la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil Aztlán Parque Urbano (Filiaz).
El director detalló que el proyecto está a cargo del arquitecto Manuel Cervantes, quien participó en la construcción del Cetram Cuatro Camino. Contempla alrededor de 12 salas de exhibición y áreas inmersivas.
“Es diseñado con mucha tecnología; además, va a tener sistemas de seguridad, áreas inmersivas y de tecnología. En total debe tener como unas 12 salas. Va a haber también exposiciones temporales de otros artistas que en su momento se irán contratando.
“Es un proyecto muy original que va a trascender, muy acorde con Chapultepec para que se integre con las áreas verdes”, aseguró Sergio Haua, quien además explicó que Aztlán Parque Urbano asumirá toda la inversión de la construcción.
Estimó que terminarán el proyecto ejecutivo dentro de cinco o seis meses y que, una vez iniciadas las obras, éstas podrían tardar “entre 18 y 24 meses como máximo”.
Sobre los permisos para trasladar el acervo de la colección Dolores Olmedo dijo desconocer en qué trámite va el proceso. De acuerdo con los decretos por los que se declararon monumentos artísticos las obras de Frida Kahlo y de Diego Rivera, se debe notificar al Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) “cualquier desplazamiento” de las piezas que están bajo resguardo de un fideicomiso privado que gestiona el Banco de México.
En agosto del año pasado, la entonces directora del INBAL, Lucina Jiménez, tras una conferencia de prensa, informó que no habían recibido una propuesta formal.
“No se ha ingresado a la institución ninguna propuesta formal de moverlo. No se puede mover sin autorización, son obras declaradas como patrimonio”, apuntó.
Dijo que se trabajaba en fortalecer herramientas ante cómo se trata el tema de las colecciones privadas en la Ley Federal de Monumentos y Zonas Arqueológicas.
“Hay un trabajo importante que estamos elaborando con el INAH, la Consejería Jurídica de la Presidencia y el área jurídica de la Secretaría de Cultura para fortalecer las herramientas con las cuales se aborda el tema de las colecciones privadas en la ley, que dice que es un acto de decisión del coleccionista, pero como son obras con declaratoria, estamos en una conversación que no tiene que ver tanto con la aplicación de la ley, porque ésta lo deja abierto”, abundó.
Sin embargo, en octubre de ese mismo año, la actual directora de la institución, Alejandra de la Paz, comentó: “Todo ente privado formalmente constituido tiene la capacidad de mover las obras que están bajo su resguardo y la responsabilidad del INBAL. Cuando nos lo solicitan, es brindar un acompañamiento que garantice la adecuada conservación y las mejores condiciones para que las obras, algunas de ellas monumento artístico, puedan estar exhibidas”.
El plan de traslado del acervo, considerado el más completo de la obra de Frida Kahlo, Diego Rivera, Angelina Beloff y Pablo O’Higgins, ha sido criticado desde que cerró en 2020 el Museo Dolores Olmedo, en Xochimilco. Según el artículo “La Noria y sus colecciones son inamovibles: Dolores Olmedo”, de la periodista Adriana Malvido, existe un documento firmado por la coleccionista en el que se estipula que el recinto no puede cambiar de nombre ni de domicilio.
