La reciente orden de un juez federal que obliga a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a suspender la exposición La Venida del Señor del artista Fabián Cháirez ha desatado una polémica sobre la censura en el ámbito cultural y el derecho a la libertad de expresión.
La decisión judicial surgió después de una denuncia presentada por la Asociación de Abogados Cristianos (ACC), que acusó que la obra profanaba símbolos religiosos, lo que motivó a un juez a exigir la suspensión de la muestra en un plazo de 24 horas, con la amenaza de utilizar la fuerza pública si no se cumplía la orden.
¿De qué es la exposición de Cháirez?
La exposición de Cháirez, que mezcla símbolos religiosos católicos con contextos sexuales, ha sido considerada por algunos sectores como una obra provocadora, aunque, como ocurre con muchas expresiones artísticas, su objetivo es precisamente incitar a la reflexión y el cuestionamiento de las creencias tradicionales.
¿Cuáles son los mejores eventos en la CDMX del 19 al 21 de diciembre?
En respuesta a la decisión judicial, la Secretaría de Cultura emitió un comunicado en el que destacó la importancia de la libertad de expresión como un derecho fundamental protegido por la Constitución y los tratados internacionales de Derechos Humanos.
Precisó que el arte ha sido históricamente un espacio donde se pueden representar, cuestionar y transformar las ideas, y en este contexto, la suspensión de la exposición se percibe como un acto de censura que limita las posibilidades de una sociedad abierta al diálogo y al pensamiento crítico.
La Secretaría de Cultura subrayó que la censura de una obra por su contenido temático no solo vulnera los derechos culturales, sino que también sienta un precedente peligroso para la autonomía de los espacios culturales y académicos.
En un sistema democrático, la diversidad de opiniones es crucial y debe ser fomentada mediante el diálogo abierto, no a través de la prohibición de la expresión artística. La libertad de expresión, incluida la expresión artística, es un pilar fundamental de la democracia y de la identidad cultural de cualquier nación.
Las instituciones culturales y académicas tienen la responsabilidad de proteger este derecho, incluso cuando las expresiones sean desafiantes o incómodas.
La situación pone de manifiesto la necesidad de seguir construyendo espacios inclusivos y participativos que valoren la riqueza de la diversidad cultural y promuevan un entendimiento respetuoso entre diferentes posturas y visiones del mundo.
Únete a nuestro canal de WhatsApp. En La Razón enviamos a tu celular lo más importante de México y el Mundo, recuerda que una persona informada siempre tiene La Razón.
FBPT
