Publica La mujer incierta

Piedad Bonnett hace un viaje crudo, irónico y tierno por su vida

La ganadora del Reina Sofía de Poesía afirma a La Razón: “Mi historia es la de muchas mujeres que se han atrevido a rebelarse frente a los arquetipos patriarcales para encontrar certezas”; la autora colombiana asegura que su más reciente libro no es un texto autobiográfico

La escritora Piedad Bonnett, después de la entrevista.
La escritora Piedad Bonnett, después de la entrevista. Foto|Eduardo Cabrera|La Razón

La poeta, crítica literaria, dramaturga y novelista Piedad Bonnett (Antioquia, Colombia, 1951) —Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, 2024— está de visita en México como invitada de honor de la Feria Internacional del Libro de Coyoacán (Filco) y promueve el libro La mujer incierta (Alfaguara, 2025): texto que rompe tabúes, hurga en llagas y, asimismo, remueve vestigios en un ejercicio de introspección para ordenar el mundo interior.

Referencias autobiográficas desde una inmersión en la memoria que deriva en una bitácora de lo vivido: lo íntimo del yo en diálogo con circunstancias familiares, históricas y sociales. Una voz femenina que se desnuda en un despliegue de las peculiaridades de sus vivencias entretejidas con los influjos educativos, políticos, religiosos y genéricos que hicieron mella en su formación: juicio deliberativo sobre la búsqueda de la emancipación entre los trazos impuestos por el devenir.

“No es fácil remover recuerdos a veces de temas intocables y de recatos hereditarios. ¿Cómo quitarse la máscara y desgarrar ornamentos? Hago un ejercicio de introspección en que ordeno fragmentos extraviados de la vida en un resumen de efemérides, sensaciones, miedos y disidencias. He querido compartir con los lectores esos espacios interiores del corazón para que vean la luz. Somos eventualidades. Somos causas y efectos. Voluntad, pero también destino. Nuestra cultura le teme a la desnudez, valoro aquí la desnudez temblorosa que se enciende en la entrega del amor a través de la escritura”, expresó en entrevista con La Razón Piedad Bonnett, también Premio Generación del 27 (2016).

¿Texto que es una sacudida arropada por su generosidad espiritual? La honestidad debe regir el acto de escribir. Mi historia es la historia de muchas mujeres que se han atrevido a rebelarse frente a los arquetipos patriarcales para encontrar certezas. Mi generosidad espiritual se sustenta en apoyar desde mi voz la defensa de ese patrimonio de rebeldía.

¿Monjas, pecados, prohibiciones, límites impuestos al cuerpo, sueños infantiles, la locura, la enfermedad, la vejez? Temas de los cualesno se podía hablar. Mirar a los varones con una mezcla de espanto, deseo y repulsión: nos habían enseñado que ‘eran peligrosos’. No hablar de la menstruación, de las tetas, de los espermatozoides, del pene, del clítoris. Palabras sucias. No tocarse el cuerpo: ¡es el hogar del Espíritu Santo, cuidado! Lo corporal era feo. La vejez, una resignación.

  • El Tip: La poeta colombiana Piedad Bonnett participó ayer en la charla Lo terrible es el borde en el vestíbulo del Anfiteatro Simón Bolívar San Ildefonso, en la Ciudad de México.

¿Testimonio feminista? No es un testimonio ni femenino ni feminista. Sí, está escrito por una mujer; pero, más que todo se sustenta en acrimonias bordeadas por índices de apegos y de apuntes irónicos no exentos de humor. Una amiga me dijo que era un “parto emocional y honesto”. Intento conminar a abrir esa senda misteriosa y abrupta que muchos no se atreven a compartir.

Abundan las citas de autores que apoyan sus reflexiones. ¿Referencias que nacen en el proceso de la escritura o parten de una investigación previa? Voy escribiendo y apelo a libros y autores que también han elucidado mis argumentos y los cito, les doy crédito. Hay referencias que van de Gabriel García Márquez a la Biblia en paréntesis con Henry Miller, Sartre, Corín Tellado, Olga Orozco, Pizarnik, Rosa Montero, Vila-Matas, Natalia Ginzburg, Vallejo, Neruda, Nietzsche...

Usted dice que La mujer incierta no es una autobiografía. ¿Qué es? Es un texto de concordancias autobiográficas, pero no tengo la solicitación de que contenga toda mi existencia. Discernimiento sobre los reclamos íntimos de mi cuerpo, la angustia y el dolor. Reflexión sobre las circunstancias de haber nacido en los 50 y la ruptura a los 20 años con los patrones machistas. La elección de la lectura y la escritura como salvación.

La mujer incierta
Autora: Piedad Bonnett
Género: Ensayo narrativo
Editorial: Alfaguara, 2025
La mujer incierta Autora: Piedad Bonnett Género: Ensayo narrativo Editorial: Alfaguara, 2025 ı Foto: Imagen: Especial

“Tápate”

Le pregunto a mi amiga si se acuerda de en qué momento le empezó a crecer el vello púbico. Suelta la risita, ladea la cabeza todavía sonriendo y hace silencio durante unos segundos. No, no tiene la menor idea.

Yo tampoco. Y no se trata de simple desmemoria, porque, en cambio, tenemos claro el momento en que nos crecieron los senos. Yo debía tener once años, y me veo en el bañito debajo de la escalera, el que llamábamos «de emergencia», levantándome la blusa para constatar aquel milagro. También recuerdo llevarme un poco de mi propia orina a los labios, con la yema de los dedos, sentir en la lengua su sabor salado y amargo.

Mi cuerpo era un total misterio para mí.

Ni siquiera podía nombrar ciertas partes con alguna precisión. Ni en la casa ni en el colegio se hablaba de senos o de tetas. Dos palabras con las que no logro reconciliarme: senos me sigue pareciendo lejana, falsa, impropia. Tetas, de una fealdad inaceptable. Ni vagina, ni mucho menos clítoris eran palabras que estuvieran en mi vocabulario. Busto era lo que decíamos cuando nos atrevíamos a nombrar esa parte del cuerpo en transformación. Helen, una compañera esbelta, cuya belleza envidiábamos, opinó que yo tenía un busto muy bonito. Recibí encantada aquel elogio inusitado, porque jamás habría imaginado que ese adjetivo pudiera aplicarse a esa parte de mi cuerpo. Ni de ningún cuerpo (...)

Fragmento tomado del libro La mujer incierta