Entre ovaciones y aplausos, el tenor mexicano Javier Camarena celebró 20 años de trayectoria con una gala en el Palacio de Bellas Artes, en la que resaltó su majestuosa voz y nivel interpretativo, pero que no estuvo exenta de dos tropiezos que el artista sorteó sin dificultades.
En cuanto apareció Javier Camarena en el escenario de la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, que lució llena en su totalidad la tarde-noche del domingo pasado, el público se volcó en aplausos.
Sonriente y acompañado por el pianista Ángel Rodríguez, comenzó la Gala Tosti con Vado ben spesso cangiando loco, de Salvator Rosa. Continuó con la triste aria “J’ai perdù mon Eurydice”, de Orpheo et Eurydice, de Christoph Willibald Gluck. En esta última, el tenor mexicano Javier Camarena transmitió al público ese dolor inmenso que vive el personaje.
Falta de talleres y espacios para exponer, los desafíos de grabadoras
- El Dato: Después de su paso por México, el tenor originario de Xalapa realizará una serie de conciertos en ciudades como Abu Dhabi, Tokio, Taipéi, Shenzhen, Málaga, Pamplona y Buenos Aires.
Cuando comenzaba a cantar Me voglio fa na casa, de Gaetano Donizetti, hizo una pausa, se acercó al pianista Ángel Rodríguez y lo abrazó para pedirle comenzar de nuevo. Tras un profundo suspiro, interpretó la pieza con maestría.
También olvidó la letra de Apri, Francesco Paolo Tosti, de I Lombardi alla prima crociata (1843) Giuseppe Verdi, que también repitió desde el inicio. La cantó sentado al lado de Ángel Rodríguez. Los presentes, entusiasmados, le aplaudieron incluso antes de que terminara la interpretación, así que el tenor sonrió y después de una pausa finalizó la pieza, entre otras efusivas pruebas de admiración.
En un momento de la gala, Javier Camarena hizo otra pausa para expresar su emoción al celebrar dos décadas de su debut en Bellas Artes. Originalmente, los festejos fueron en 2024, pero este 2025 pudo reencontrarse con su público.
“Qué enorme placer estar aquí en mi casa, celebrando 20 años de carrera con este recital. Dicen que veinte años no son nada, para mí ha sido todo. Doy gracias por estar aquí, porque mi esposa está aquí, mi madre anda acá también. Estoy tremendamente honrado”, dijo.
Después sorprendió con “Una furtiva lagrima”, de El elíxir de amor, que no estaba dentro del programa y fue bien recibida por los asistentes que se desbordaron en aplausos para el tenor.
Camarena interpretó varias composiciones de Paolo Tosti, de quien grabó un disco. Enchinó la piel con Vorrei morire!
Al final del recital, que incluyó 14 piezas, el público se rindió ante el tenor, poniéndose de pie para alabarlo y aplaudiéndole. En agradecimiento, Camarena cantó temas como “Un poco más”, de Álvaro Carrillo.
