Sebastião Salgado, fotógrafo brasileño y uno de los más célebres exponentes de la fotografía documental de nuestros tiempos, falleció ayer a los 81 años en París, ciudad donde vivía. Fue víctima de la leucemia, secuela que le dejó una malaria que padeció hace varios años.
Salgado dedicó gran parte de su vida a retratar la belleza de la naturaleza y, a su vez, la tragedia de la que es víctima por las manos humanas. También documentó la vulnerabilidad de los grupos sociales más olvidados, desde refugiados y desplazados por el hambre y la guerra, agricultores y trabajadores de las minas de oro, hasta familias indígenas que luchan por preservar sus tradiciones y costumbres.

- El Dato: Sebastião recibió en junio del 2007 el Premio Príncipe de Asturias de las Artes y el Premio del Público en el festival internacional de PHotoEspaña, Madrid.
El fotorreportero vivió una vida nómada que lo llevó a viajar por más de 100 países, fotografiando desde las condiciones más extremas, ya sea en temperaturas polares del Ártico, el calor abrasante de los desiertos de Kuwait o las siempre riesgosas zonas de la Amazonia brasileña.
El mundo de la fotografía lamenta su muerte y señala que ha partido uno de los grandes documentalistas de todos los tiempos. La recientemente galardonada con el Premio Princesa de Asturias de las Artes, Graciela Iturbide, afirmó que aprendió mucho de Salgado y de sus imágenes.

“Muchas veces salimos a fotografiar juntos, para mí era como mi hermano. Aprendí mucho de él, de sus imágenes, el trabajo que hacía cuando fue a África con los trabajadores, sobre todo las de Minas Gerais, en Brasil. Incluso cambiamos fotos, le di 10 mías y me dio suyas, escogí tres de las de Minas Gerais. Su ojo era privilegiado, fue muy trabajador”, dijo en entrevista con La Razón.
La fotógrafa mexicana Flor Garduño recuerda a Sebastião como un hombre muy amable y talentoso, con quién además también tuvo la fortuna de intercambiar fotografías, reconoció durante una llamada telefónica con La Razón.

“Él me ayudó a ver mi libro Testigos del Tiempo y le encantó, estaba muy contento. Me dijo que si podíamos hacer intercambio de obra. Eso es lo que yo siempre también pido a las personas que me gustan mucho, y él, sin yo pedírselo, me lo propone, pero no fue de una, sino que fueron diez. Me sentí muy honrada y se me hizo padrísimo”, dijo.
Del mismo modo, Flor Garduño reconoció el legado de Salgado, un fotógrafo que, para ella, se distinguía por la variedad de temas que retrataba con su lente.
“Él ha estado muy comprometido sobre todo a nivel de la conservación del planeta, en su hacienda en Brasil. Era una hacienda muy importante donde ha sembrado muchísimos millones, varios millones de árboles y su trabajo tiene una consistencia muy impresionante.
“Fue un hombre muy tenaz y un gran viajero, lo interesante son sus temas. Muchas veces nos acostumbramos o hemos conocido a grandes reporteros de guerra o del cotidiano, pero Sebastião fue muy multifacético en las cosas que se comprometió, desde la naturaleza hasta la problemática social, los cambios climatológicos de la Tierra. Realmente abarcó una gran serie de temas, todos importantes”, comentó Garduño.
Con varios libros publicados y varios premios en su haber, Salgado fue uno de los más férreos defensores de la naturaleza. Con Génesis, una serie de fotografías que muestran paisajes en estado puro alrededor del mundo, buscó capturar la belleza intacta de los ecosistemas y la humanidad antes de que fueran alteradas por la mano humana.
“Durante más de cinco décadas, junto a su pareja Lélia Wanick Salgado, creó una obra fotográfica inigualable. Rica en contenido humano, que ofrece una perspectiva sensible sobre las poblaciones más desfavorecidas con una perspectiva sobre los problemas medioambientales que amenazan nuestro planeta”, compartió la familia en un comunicado, despidiendo al fotorreportero que, con imágenes en blanco y negro, desmenuzó la condición humana y su relación con la magnificencia de nuestro planeta.
UNA VIDA DEDICADA A LA NATURALEZA
- 1944 Sebastião Salgado nace el 8 de febrero en Aimorés, Minas Gerais, Brasil, en una familia dedicada a la agricultura.
- 1979 se une a la agencia Magnum Photos, impulsando su carrera internacionalmente y documenta temas sociales y humanitarios.
- 1986 Publica Sahel: El fin del camino, un trabajo sobre la hambruna en África, el brasileño se establece como un referente del fotoperiodismo humanitario.
- 2000 Publica Sahel: El fin del camino, un trabajo sobre la hambruna en África, el brasileño se establece como un referente del fotoperiodismo humanitario.
- 2004 Junto a su esposa Lélia Wanick Salgado, crea el Instituto Terra, una organización ambiental dedicada a la reforestación.
- 2021 Presenta Amazônia, muestra de alcance global sobre los pueblos indígenas y la biodiversidad de dicha región brasileña.


