Recital en la Sala Nezahualcóyotl

Bryn Terfel hipnotiza y estremece en su debut en México

El bajo-barítono galés es ovacionado por el público; conquista por sus multifacéticas interpretaciones de personajes icónicos del mundo de la ópera

El bajo-barítono Bryn Terfel (izq.), en la gala de la noche del martes.
El bajo-barítono Bryn Terfel (izq.), en la gala de la noche del martes. Foto: Cortesía›Pili Pala

El bajo-barítono galés Bryn Terfel fue ovacionado en su debut en México tras ofrecer un recital inolvidable en el que estremeció, hipnotizó e hizo que los asistentes sintieran diversas emociones, ya sea con sus icónicos personajes, como Hans Sachs o al interpretar la triste canción irlandesa “Danny Boy”.

Desde que pisó el escenario de la Sala Nezahualcóyotl la noche del martes, en el Centro Cultural Universitario de la UNAM, captó toda la atención del público: se quitó un zapato y comenzó a limpiarlo. Con un semblante serio comenzó a cantar dando vida al poeta y zapatero Hans Sachs de la ópera Los maestros cantores de Nuremberg, de Richard Wagner.

Conforme transcurría el aria “Qué fragancia tan delicada de la lila”, de dicha ópera, destacó su imponente voz y su histrionismo al interpretar. En otro momento simuló martillar su zapato y luego se lo puso, mientras los asistentes lo miraban sin parpadear.

Acompañado por la Orquesta Sinfónica de Minería, con Roberto Kalb como director huésped, Sir Bryn Terfel continuó con el universo wagneriano con “Despedida de Wotan” y “Música del fuego mágico”, de la ópera La valquiria.

Durante la interpretación cantó con un semblante cabizbajo y, casi al finalizar, caminó entre los músicos y desapareció lentamente por la puerta, dejando conmovidos a los presentes que, tras reponerse de ese instante, gritaron de manera efusiva y lo ovacionaron con aplausos en toda la sala.

Después del intermedio vinieron más emociones, pues luego de que la orquesta y coro de la Sinfónica de Minería ejecutaron “Les voici”, de la ópera Carmen, de Georges Bizet, el bajo-barítono ofreció una soberbia interpretación de “Son lo spirito che Nega”, de Mefistófeles, de Arrigo Boito.

Lo vimos como un Mefistófeles revelándose contra Fausto y chiflando, deseando la destrucción. En el segundo chiflido, Bryn Terfel provocó los gritos de la gente que comenzó a querer imitarlo, haciendo todavía más entrañable este número.

Con “Le veau d’or”, de la ópera Fausto, de Charles Gounod, aplaudió y el público lo acompañó animado. En esta aria, Bryn Terfel se mostró imponente dando vida a Mefistófeles. Mientras que en “Te Deum” y “Va, Tosca!”, de Tosca, de Giacomo Puccini, estremeció haciendo recordar a Scarpia, todo un acontecimiento y digno de recordar, pues apenas en enero de este año el bajo-barítono compartió a The New York Times que ya no dará vida al personaje.

Después dedicó un espacio a las canciones tradicionales: ”Danny Boy”, “A lo largo de la noche” y “Loch Lomond”. Al finalizar, el público se rindió con una gran ovación y pidió que el recital continuara. Sorprendido les preguntó: “¿No finish?” Y los asistentes le respondieron con un rotundo: “¡Nooooooo!”, así que volvió a cantar para dar gusto a sus seguidores.

Tras unas interpretaciones más, los presentes seguían eufóricos y volvieron a aplaudir para que Bryn Terfel siguiera cantando. Sin embargo, llegó el final de un recital que quedará para la memoria de quienes asistieron y se emocionaron con la voz del bajo-barítono galés, quien demostró por qué es uno de los más importantes del mundo.