La poeta y comunicóloga Angélica Quiñonez (Guatemala, 1990) pone en consideración de los lectores Hijas de Eva (Lumen, 2025): novela de ciencia ficción/(distópica) donde todas las mujeres biológicas del planeta dejan de existir. Despliegue de una buena dosis de humor a través de un singular juego narrativo en que la ciencia y la literatura se entretejen en una propuesta ficcional que contrasta elementos científicos con dilemas éticos.
“Creo que la ciencia ficción es la mejor manera para aprender a amar la labor científica; esta novela mía es delirante en su planteamiento y se me ocurrió la idea en medio de la pandemia, en ese gran paréntesis de incertidumbre que derivó en muchas muertes.
¿Qué pasaría si todas las mujeres desaparecieran? “Todo se transfiguraría; el mundo sería otro. Mi novela especula sobre eso a través de un juego de formatos, voces y personajes singulares”, dijo a La Razón Angélica Quiñónez.
¿Desaparición del cromosoma XX? Se produce un gran desconcierto ante la nueva situación de Exxtinción: desaparición del cromosoma XX. Los científicos se ven conminados a trabajar en el Proyecto Eva: implantación de un cigoto humano en una chimpancé. Iniciativa que en 2039 gana el Nobel de Medicina al lograr la reposición de seres humanos biológicamente hembras.
¿Un mundo muy desconcertante sin féminas? Así es. Me interesaba no sólo sacudir la conciencia de los varones, sino también a los grandes consorcios, a la comunidad médica y, más que todo, a los empresarios de la industria del entretenimiento y del espectáculo. El planeta sería un espacio muy desconsolado sin mujeres. Todo lo que está fomentado por las mujeres se demolería.
¿Imposible la vida sin mujeres? Especulación central a lo largo de la novela. Varones y hembras son dos partes de una sola especie. Al desaparecer las mujeres, se anula la propia fuente de la vida.
¿Narración polifónica marcada por la anarquía? Todo se va a pique, aunque hay una recuperación del medioambiente al dejarse de fabricar cosméticos y otros artículos de higiene femenina; pero se desmorona la concepción de la pareja y la familia. Narración polifónica porque le di vida a varias voces de personajes caritativos y también ruines. Lo hago desde un sutil humor.
¿Trabajo arduo de investigación? Soy una ferviente lectora de textos científicos; le dedico mucho tiempo a la lectura sobre ciencia. Tengo el privilegio de tener amigos cercanos que son peritos en química, robótica y medicina. Indago con ellos. Me gusta investigar y conocer más a fondo cómo es la naturaleza de la reproducción humana, asunto central de la novela.
¿Narración distópica con dosis de realismo? Hay antecedentes realistas en la trama. Me interesaba abordar asuntos inmersos en circunstancias reales, como el lenguaje inclusivo y tabúes lingüísticos que los varones despliegan en el uso discriminatorio de palabras como embarazo o maternidad.



