El célebre director de orquesta estadounidense Benjamin Zander y la galardonada Orquesta Filarmónica Juvenil de Boston (BPYO) ofrecieron la noche de ayer, junto a la Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata, un concierto en la Sala Nezahualcóyotl, de la Ciudad de México, en lo que representó su última presentación de una gira de 16 días por varias ciudades de nuestro país.
Para Benjamin Zander, una de las cualidades que tienen los músicos nacionales es que se dejan llevar por los tonos y ritmos musicales y, al mismo tiempo, contagian esa emoción. “Aquí hay una libertad física en los músicos mexicanos que es contagiosa y nuestros músicos estadounidenses han sido influenciados por esa libertad física, la alegría, la paz y el confort de sus compañeros mexicanos. A su vez, los mexicanos se llevan la impresión de la diligencia, la seriedad y la precisión con la cual ellos tocan. Es como una mezcla perfecta de corazón y de técnica”, explicó el director estadounidense en entrevista con La Razón.
Durante su primera gira por nuestro país, la BPYO ofreció seis conciertos en los que realizó colaboraciones con orquestas y músicos locales. ”Todo el mundo está feliz cuando tocamos juntos. Muchos de nuestros estudiantes han hablado de cómo están movidos por la calma y el entusiasmo y el amor que vienen a ellos de la escena desde el público. Sí, se nota un poco el entusiasmo”, dijo el director.
Para Benjamin Zander, una de las cosas más importantes que debe pensar un joven que busque dedicarse a la dirección de orquesta pasa por la relación que tendrá con los músicos. “Para mí, el elemento más importante y adicional es: ¿entienden la psicología de los músicos, se relacionan bien con ellos, cómo se sienten cuando están tocando?”, comentó, al tiempo que afirmó que jóvenes músicos mexicanos “pasan un momento maravilloso y les encanta más la música; dan más de sí mismos y por eso lo que pasa en el público funciona”, finalizó.

