Luego de que se reconoció a la Ruta Wixárika como Patrimonio Mundial de la Humanidad, el Consejo Regional Wixárika por la Defensa de Wirikuta exigió la revocación de contratos mineros, además de que el Estado combata la extracción ilegal del hikuri (peyote). A estas demandas se sumó la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) que llamó al Estado mexicano a prohibir la actividad minera y endurecer normativas.
Así lo señalaron ayer con conferencia en el Museo Nacional de Antropología, donde celebraron la incorporación de la Ruta Wixárika a la lista de Patrimonio Mundial en la categoría paisaje cultural asociativo, pero, al mismo tiempo, externaron las medidas para proteger el territorio que abarca Nayarit, Jalisco, Zacatecas, Durango y San Luis Potosí.
“Ésa es una de las demandas fuertes del consejo, que se cancelen todas las concesiones mineras intactas en la zona de Wirikuta, en la sierra, el Bajío y su zona de influencia. Y, por otro lado, se ofrezcan proyectos alternativos, porque hay una tensión social en la zona por la presencia de las empresas mineras”, dijo después de la conferencia Santos de la Cruz Carrillo, quien estuvo en la sesión de la UNESCO el pasado sábado, cuando la Ruta Wixárica se agregó a la lista de Patrimonio Mundial.
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Aunque Diego Prieto, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), señaló que existe un decreto para que no haya “ninguna explotación minera más allá de las existentes”, Santos de la Cruz Carrillo reiteró la necesidad de cancelar las concesiones.
“En su momento, el expresidente Andrés Manuel López Obrador dijo que ya no iba a autorizar más concesiones mineras, no se autorizaron más, pero el objetivo principal es revocarlas”, apuntó.
En ese mismo sentido se pronunció Maurilio Ramírez Aguilar, coordinador general del Consejo Regional Wixárika por la Defensa de Wirikuta, quien exigió acciones para la protección y conservación del territorio ante las amenazas vigentes, no sólo de la minería, sino también de proyectos agroindustriales.
“Exigimos que se eleve a rango federal el Área Natural protegida de Wirikuta en San Luis Potosí. Que este reconocimiento (de la UNESCO) comprometa más que nunca al Estado mexicano a dar opciones de desarrollo a los habitantes, evitando la explotación del territorio por parte de la agroindustria y proyectos extractivistas; que obligue a México a incrementar sus esfuerzos en la protección a nuestra planta sagrada hikuri del saqueo por parte de grupos que no pertenecen al pueblo Wixárika, quienes lo van llevando a estar en peligro de extinción”, externó.
Por su parte, Andrés Morales, representante de la UNESCO en México, dio a conocer seis recomendaciones para proteger la ruta.
La primera es “prohibir las actividades mineras en el sitio y sus zonas de amortiguamiento y mitigar los efectos de las actividades mineras extractivas ya existentes. En segundo, endurecer las normativas para proteger el sitio de la expansión urbana incontrolada”.
En tercero, establecer con carácter prioritario una unidad de gestión y a un gestor del sitio, además de implementar medidas administrativas y mecanismos para garantizar el derecho de paso o tránsito a lo largo de la ruta, incluidas “las tierras privadas y públicas”.
En cuarto, elaborar planes de gestión específicos en cada zona y en quinto, desarrollar una estrategia de turismo sostenible.
Finalmente, en sexto lugar, dijo que era importante que la comunidad wixárica participe en los procesos de toma de decisión y gestión.