La escritora, gestora cultural y editora Mónica Nepote recibió, el pasado martes 29 de julio en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, el Premio Xavier Villaurrutia de Escritores para Escritores 2024 por el libro Las trabajadoras (Heredad Ediciones, 2024), en una ceremonia en la que participaron también el presidente de la Sociedad Alfonsina Internacional, Felipe Garrido, las escritoras Diana del Ángel y Verónica Gerber, y la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), Alejandra de la Paz.
Avalado por un jurado calificador —integrado por Carmen Villoro, Verónica Gerber Bicecci y Jorge von Ziegler— que, tras revisar las propuestas presentadas, señaló que “la obra galardonada, partiendo de la poesía y fundiéndola con el ensayo, amplía las fronteras de los géneros literarios y la perspectiva del problema que aborda: las bases de la explotación laboral”.
El acta deliberativa destaca que el cuaderno recupera el lenguaje de la costura y la mecanografía para reivindicar el trabajo de las mujeres y las labores de cuidado que sostienen madres, hermanas, tías, amigas e hijas. “Es ferozmente crítico con las formas de producción de la industria textil, pero nos invita a especular sobre otros futuros posibles”, suscribe.
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El Premio Xavier Villaurrutia de Escritores para Escritores es un reconocimiento literario mexicano establecido en 1955, por iniciativa de Francisco Zendejas Gómez, escritor y crítico literario. Se concede cada año al mejor libro editado en el país. La Sociedad Alfonsina Internacional y la Secretaría de Cultura a través del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) son las instituciones que confieren el galardón.
“Estoy muy emocionada al formar parte de esta lista de galardonados con este reconocimiento como Rulfo, Octavio Paz, Arreola, Margo Glantz, Fernando del Paso, Esther Seligson, Myriam Moscona o Elena Garro entre otras figuras destacadas de la literatura nacional. Las trabajadoras es un libro de madurez con el que regresé al lenguaje escrito, para homenajear a las mujeres trabajadoras y a mi madre, tía, abuela y hermanas, quienes trabajaron en oficios como la mecanografía y la maquila para brindarme un sustento económico”, expresó Nepote.
Por su parte, Veronica Gerber subrayó: “El libro está habitado por poemas-ensayos y ficciones especulativas que apuntan a un futuro de propuesta novedosas y atractivas, en un planeta destruido de donde germinan, entre el rescoldo y los desechos, las voces de plantas, mujeres, ensambladoras, trabajadoras que están y seguirán edificando el mundo”.
Alejandra de la Paz manifestó que “con este premio destacamos y promovemos la producción literaria publicada en nuestro país al reconocer a una obra con criterios de calidad, originalidad y fuerza” e hizo entrega del diploma a Monica Nepote, quien fue respaldada por una prolongada ovación del público que abarrotó la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes. La galardonada leyó algunos textos del volumen y agradeció al jurado y a las instituciones el reconocimiento.
“Vengo de una familia de tejedoras, haciendo este libro me di cuenta y corroboré que hilvanar es un lenguaje que ampara a los seres humanos. Hilvanar y tejer: unir puntos: gesto primigenio. Sin la aguja y el hilo la especie humana no habría podido sobrevivir. Desde hace muchos años trabajo con el tema del cuerpo y sus ritmos: cómo el cuerpo puede interpretar y hacer sonidos. Escribir es un estado de atención y de escucha, una forma radical de relacionarnos con el lenguaje, con su materialidad de sonidos privativos y la visualidad de sus retumbos. La idea de los patrones estuvo presente en la escritura de este libro porque una parte está anclada en la relación con las máquinas”, concluyó, entre halagos y gritos afectivos de los asistentes, la poeta Mónica Nepote.
