Actores, directores y dramaturgos urgieron en redes sociales renovar el Efiartes y expusieron diversas problemáticas a las que se han enfrentado para recibir apoyos de este programa, entre éstas conseguir a una empresa que sea contribuyente. El dramaturgo, actor y director David Gaitán señaló que “es una convocatoria que raya incluso en la crueldad para los artistas” y que, al convertirse en casi la única vía para la producción escénica en el país, ha conllevado a la precarización.
“La gran problemática, que incluso supera a la propia convocatoria de Efiartes, es la enorme precariedad del sector cultural en materia de políticas públicas. Las fuentes de financiamiento que eran habituales están totalmente adelgazadas. La Coordinación Nacional de Teatro, la Secretaría de Cultura, el Sistema de Teatros de la CDMX, el Centro Nacional de las Artes, las propias universidades, que permitían hacer proyectos artísticos cuya pretensión no es alinearse a una lógica comercial están totalmente abandonados; las instituciones ya no producen, se limitan a programar”, expresó a La Razón David Gaitán, cuyo trabajo se ha presentado en Estados Unidos, Alemania, Argentina y Francia, entre otros.
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Quienes han postulado a la convocatoria consideran que es encontrarse con trampas burocráticas para acceder al Estímulo Fiscal a Proyectos de Inversión en la Producción Teatral Nacional; en la Edición y Publicación de Obras Literarias Nacionales; de Artes Visuales; Danza; Música en los Campos específicos de Dirección de Orquesta, Ejecución Instrumental y Vocal de la Música de Concierto y Jazz (Efiartes). La principal es encontrar una empresa que quiera aportar sus recursos fiscales a un proyecto para disminuir el monto del pago de su Impuesto Sobre la Renta.

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“Lo que nos resulta más complicado es encontrar los aportantes; no conocemos ni tenemos contacto con las empresas, nos volvemos dependientes de los brokers, intermediarios que se aprovechan de esa necesidad para abusar. Originalmente, en este estímulo estaba contemplada la figura del broker y se eliminó, porque ya estaban ocurriendo abusos, pero empeoró la situación porque se necesitan y no están regulados”, indicó a este diario el dramaturgo y director Martín López Brie.
Otra situación que enfrentan es el trabajo que implica realizar la carpeta para postular a la convocatoria, ya sea pagando a una persona o dedicando demasiado tiempo para cumplir los requisitos que consideran engorrosos.
“La convocatoria se percibe como un nivel de injusticia importante desde el propio proceso de la aplicación. La enorme carpeta que solicitan para aplicar termina siendo un gesto hasta de maltrato laboral para la comunidad artística. A escenógrafos y a diseñadores de vestuario se les pide hacer 90 por ciento de su trabajo; hay que entregar diseños completos, una cotización que los respalde y un porcentaje amplio de todo este trabajo ni siquiera va a ver la luz”, dijo el director David Gaitán.
A lo anterior, Martín López Brie añadió: “Casi siempre el grupo tiene que pagarle a alguien que esté familiarizado con la realización de la carpeta para hacerlo bien. Si no pagaste, significa que le dedicaste un montón de tiempo de trabajo”.
David Gaitán señaló que es importante que las secretarías de Cultura y Hacienda tomen cartas en el asunto. “Lo primero es inyectar un presupuesto a la cultura, que los teatros tengan producciones financiadas por el propio teatro, porque un artista invierte sus ahorros en una obra, se presenta en un teatro público en el mejor de los casos, éste se para el cuello de que tiene su programación llena y tiene gente en sus salas, cuando le costó sólo los gastos operativos, que no los minimizo. Termina en una explotación de esos mismos artistas”, expresó.
Mientras que López Brie sugirió que las empresas no sean las que elijan los proyectos. “Las empresas no tendrían que elegir, tendrían que dar su dinero y desde esa bolsa se reparte desde otros criterios. No es dinero de las empresas; lo que están dando es de los impuestos que van a pagar, porque los proyectos que impliquen cierto riesgo o cierto teatro que no es de corte comercial están completamente desamparados”, dijo.
Ayer en la conferencia virtual que ofreció Claudia Curiel de Icaza, secretaria de Cultura, La Razón consultó las acciones que realizaría para atender las demandas que han externado los artistas y el equipo de prensa de la titular señaló que después atendería esta pregunta. Al cierre de esta edición no hubo respuesta.

