Muestra en Proyectos Monclova

Exploran universo visual de Abel Quezada como pintor

Memorias visuales reúne 37 piezas, entre óleos, acuarelas y gobelinos que el caricaturista concibió como un pasatiempo dominical; es un aspecto poco conocido de su obra

Partido de béisbol en verde, de 1980.
Partido de béisbol en verde, de 1980. Foto: David Patricio›La Razón

El reconocido historietista y caricaturista Abel Quezada solía dedicar sus domingos a un hobby muy particular: pintar en óleos o acuarelas. Dejaba a un lado la crítica política para retratar el mundo deportivo, los paisajes, los medios de transporte y a las personas en su cotidianidad. Un pasatiempo que pronto se convirtió en una actividad más recurrente, al punto que el escritor Gabriel García Márquez aseguró en el prólogo del libro Abel Quezada, cazador de musas, que “era el único pintor dominical que pinta todos los días, y lo mismo de día que de noche…”.

La faceta de pintor de Abel Quezada se ha explorado ya, pero aún falta mucho por descubrir. Bajo esa premisa, la galería Proyectos Monclova le dedica la muestra Memorias visuales, que reúne 37 piezas, entre óleos, acuarelas y gobelinos elaborados con lana en distintos países.

“THE DAY OF THE SNOW” WHEN THE SUBWAY STOPPED INJAMAICA, de 1978.
“THE DAY OF THE SNOW” WHEN THE SUBWAY STOPPED INJAMAICA, de 1978. ı Foto: David Patricio›La Razón
  • El Tip: Abel Quezada se perfiló como el heredero de la caricatura política mexicana desarrollada en el siglo XIX

En estas pinturas se aprecia la exploración estética del historietista, pero también se deja ver como un observador que se deja sorprender con lo que ve a cada paso. Muestra de esto es el óleo Mexicanos en el Oriental Express (1987), en el que retrata a personas de cierto estatus viajando en este transporte; Taxi con turistas mexicanos bajo intensa niebla de Londres (1989) o El club de prensa del estadio de los Mets y / o Cronistas a la hora del lunch (1976), en la cual se aprecia a los profesionistas compartiendo alimentos y conversando sobre deportes.

“Lo que se busca es darle importancia a ese trabajo que él hacía los domingos. Lo veía como una cosa que quizá no tenía tanta importancia. Gran parte del trabajo que se conoce de Abel Quezada es lo que está en la prensa. Sí le debemos un poquito ese estudio a la parte pictórica. Casi la gente no lo identifica como pintor”, comentó a La Razón Vera Castillo, del área de comunicación y prensa de Proyectos Monclova.

Memorias visuales de alguna forma complementa la exposición que la galería dedicó a la pintura de Abel Quezada en 2021, cuando exhibió paisajes, personajes históricos, como Benito Juárez, o personas de la vida cotidiana. La actual exhibición se enfoca en tres ejes: deportes, memorias de viajes y paisajes.

Retrato de John L. Sullivan, de 1976.
Retrato de John L. Sullivan, de 1976. ı Foto: David Patricio›La Razón

El interés del artista por los deportes surgió a partir de la colaboración con periódicos especializados en crónicas deportivas desde la década de los años 40. Pintó desde deportistas importantes, como el boxeador estadounidense John L. Sullivan, hasta a hombres aficionados al billar. Para la pintura del pugilista se inspiró en la célebre foto de Elmer Chickering, sólo que, a diferencia de la imagen, lo retrata con guantes en una posición poco habitual.

También se aprecia la mirada panorámica de Abel Quezada, pues en sus pinturas refleja los campos deportivos en su totalidad, como en el óleo Partido de béisbol en verde (1980) o la acuarela Partido de futbol. En ambas incluye a los jugadores en alguna hazaña particular.

Mexicanos en el Oriental Express, de 1987.
Mexicanos en el Oriental Express, de 1987. ı Foto: David Patricio›La Razón

“A partir de los años 40 empieza a trabajar en estos periódicos con enfoque deportivo, pero hacia los años 70 hace diferentes pinturas que tienen relación con los deportes. Decide colocarse muchísimo como si fuera un cronista, como si lo que retrató en sus pinturas lo estuvieras viendo en una pantalla de televisión, porque te posiciona exactamente para que veas una jugada. Puedes ver el deporte desde las alturas como lo harías o en un estadio o en la televisión”, detalló Vera Castillo.

En el caso de las memorias de viajes, se aprecia el interés de Abel Quezada por retratar a la gente en los distintos medios de transporte y la arquitectura de las ciudades. “En los años 70 se fue a Nueva York; también estuvo de viaje en los años 80. En algún momento fue parte de una comitiva del presidente (Luis) Echeverría viajando por diferentes. Hacía registros a mano alzada de los sitios que iba conociendo. Registró toda la parte arquitectónica, pero también el tema del transporte le interesaba mucho ver cómo se mueve la gente”, compartió.

Al igual que con los deportes, Abel Quezada plasma aspectos panorámicos, como en la pintura “THE DAY OF THE SNOW” WHEN THE SUBWAY STOPPED IN JAMAICA, de 1978, en la que retrató desde las alturas una nevada en Nueva York. También destacan los gobelinos que creó durante su viaje de 1973 por Canadá, Inglaterra, Bélgica y Francia, entre otros.

Memorias visuales se podrá apreciar a partir del sábado en Proyectos Monclova, donde estará hasta el 20 de diciembre.

Memorias visuales

Cuándo: del 8 de noviembre al 20 de diciembre

Dónde: Proyectos Monclova (Lamartine 415, Polanco, CDMX)

Horarios: lunes a viernes de 10:00 a 18:00 horas; sábados 11:00 a 16:00 horas

Entrada gratuita