En 2026 el Museo Franz Mayer va a celebrar su 40 aniversario con una visión de futuro que implica seguir transformándose en un espacio de gozo, de diálogo y de cobijo, afirmó en entrevista con La Razón su directora, Giovana Jaspersen. Para esta gran celebración se contempla mostrar obras nunca antes vistas de su valioso acervo, abrir nuevos espacios en el recinto y ser parte de la agenda cultural con motivo del Mundial de Futbol.
El próximo año es el 40 aniversario, ¿cómo se miran rumbo a esta celebración? El siguiente año es fundamental, el 15 de julio cumplimos 40 años. Es una oportunidad para regresar a nuestras causas, a nuestras colecciones, un poco al ADN del museo en su fundación, pero también en su proyección. Franz dice que quiere un museo a perpetuidad; creo que es un recinto con una promesa de futuro desde que se piensa. Toda la programación que hemos buscado hacer y el replanteamiento que hemos hecho de nuestras líneas curatoriales, de trabajo, de vinculación, de programación de actividades y audiencias, tiene que ver con eso, cómo logramos que sea un museo del que se esté hablando en futuro.
- El Dato: Están en conversaciones con Guadalajara, Puebla, Tijuana y Monterrey para hacer colaboraciones el próximo año con el recinto.
¿Qué planes tienen? Estamos preparando proyectos con nuestros propios acervos, lo que creemos que es más valioso de nuestras colecciones y orígenes. Estamos trabajando en la apertura de nuevos espacios en el museo, que antes no se habían abierto al público y que vamos a abrir por primera ocasión. Seguiremos trabajando en el mejoramiento de las instalaciones del edificio como una promesa de futuro, en la digitalización de los acervos y el programa expositivo del año.

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¿Habrá obras y objetos del acervo que tienen mucho que no se exhiben? Así es, piezas que hace mucho tiempo no se han mostrado y que ahora vamos a poder ver. También colecciones a las que no hemos puesto el valor como deberíamos y que son un tremendo lujo poderlas tener en América Latina y México, que a lo mejor no las hemos volteado a ver con la relevancia o con el impacto que debieron haber tenido.
¿Cuáles serán los ejes curatoriales? Van a continuar: fotografía, diseño, artes aplicadas, moda y arquitectura. Vamos con una agenda internacional muy importante, con alianzas de gran valor, teniendo ciertos estelares que nos marca la agenda de la ciudad y del país. El siguiente año será muy particular para todos en la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey.
¿Tendrán una muestra relacionada con el Mundial de Futbol? Tendremos una exposición, se está formando todo un programa cultural en la ciudad para acompañar el Mundial, que es de las cosas que históricamente México ha hecho muy bien, tanto en olimpiadas como en mundiales, reconocer nuestra propia fortaleza. Desde el museo hemos buscado qué es lo que podemos aportar desde nuestra propia voz y líneas curatoriales. Me parece que somos 10 museos los que nos estamos sumando para hacer toda la agenda. Somos una red de espacios que estamos respondiendo al evento para arropar a los visitantes, pero para también recordar que esa fiesta es de locales, no sólo de visitantes, quienes habitamos la ciudad formaremos parte.
¿Desde que llegó a la dirección del museo hasta ahora qué ha cambiado? Lo tendría que decir el visitante. Para mí lo que era muy importante es que se dejara de hablar del Franz Mayer en pasado para que se hablara en presente y en futuro. Creo que es lo que más he buscado hacer y el dinamismo. Me hace sentir orgullosa cuando las personas hablan de su agenda, cómo lo volvemos un espacio de gozo, de diálogo, de cobijo, de guarecimiento, que no esté sujeto a lo que convencionalmente pensaríamos de un museo, sino que lo podamos entender como un espacio mucho más abierto, libre, dinámico.
¿Cuál es el balance que hace de este 2025? Tuvimos un tremendo programa expositivo, logramos consolidar tanto en la calidad del programa expositivo como en las colaboraciones y alianzas que estamos haciendo. Esto nos permitió que nuestras audiencias de retorno estuvieran regresando todo el tiempo en espera de lo que seguía. Hacer eso y, al mismo tiempo, realizar el mantenimiento mayor del claustro central fue el mayor reto, porque necesitábamos finalizar las labores mayores antes de que llegaran las colecciones del Victoria & Albert Museum, de Pierre & Gilles. Nos permitió hacer trabajos sin que tuviéramos que cerrar el museo y eso afectara las visitas al museo.
¿Cuáles fueron las muestras más destacadas? Las exposiciones en general fueron muy valoradas y queridas. Si tengo que pensar en los highlights, por primera vez haber abierto un Franz estacional con Museo 31 Minutos en Monterrey. Sin duda, la muestra de Pierre & Gilles, por ser la primera vez que intervenimos todas nuestras salas permanentes. No sólo se trata de una exposición de más de mil 500 metros, sino que nos permitió sacar casi 300 piezas de nuestra bodega que nunca se habían mostrado y generar un diálogo entre lo antiguo y lo contemporáneo. Tener la primera exposición del Victoria & Albert Museum con la exposición de Del mito al manga, consideramos que también es un gran pico de nuestro año. Esto marca muchísimo hacia dónde queremos llevar nuestras colaboraciones, vinculaciones y agenda.
¿El mantenimiento mayor está concluido? Estamos terminando con la fuente, los marcos de las ventanas y guardapolvos. Hicimos toda la renovación del jardín central, el tratamiento de los pisos, los pasillos, la consolidación de las columnas, la policromía original del edificio. Históricamente, la Rosa de los vientos de la fuente tenía un faltante; estuvimos trabajando con Uriarte Talavera para hacer la reposición y que por primera vez la tengamos completa. Están finalizando eso y el tratamiento de las filtraciones en la fuente. Después seguimos con el tratamiento de filtraciones en cubiertas del edificio.
¿Desde cuándo no se hacía una rehabilitación mayor? El museo tiene tratamientos constantes, pero mayor como éste, creo que no se había hecho. Hubo en 2017, en 2010, pero no con los alcances que logramos ahora.
¿Cómo les fue en asistencia? Ahora estamos todavía cerrando el año; esperamos tener un pico por las vacaciones de diciembre. No tenemos los números de Toluca de la exposición Vida y muerte, pero en noviembre superamos los 300 mil visitantes, por lo que estamos proyectando cerrar en torno a los 350 mil.
¿Qué trabajo hay detrás en un museo que no ven los visitantes? Decir 15, 16 exposiciones al año se dice muy sencillo, pero a nivel gestión, logística, trabajo, lo que eso implica es tremendo, únicamente pensando en aseguramientos, traslados, costos, el movimiento de exposiciones y acervos internacionales, la gestión de recursos para hacer eso o trabajos que es muy difícil visibilizar, como la restauración, conservación, registro, control de obra, toda la parte de logística que tiene que ver con el tratamiento de las aduanas para el paso de colecciones.
Estamos comenzando trabajos para 2030, que es uno de los grandes cambios que hemos hecho, tener planeaciones de gran aliento. Tenemos labores administrativas y de diálogo para primeros acuerdos.

