Desempolvan la leyenda de la asesina de Benito Juárez

Mónica Hernández entrega su tercera novela histórica La asesina de Juárez (Martín Roca, Planeta, 2023) tras el éxito de Las perlas malditas del almirante (2020) y La cofradía de las viudas (2022). Ahora, desempolva la leyenda queretana de La Carambada, la bandolera mexicana del siglo XIX, amiga del cronista Guillermo Prieto y de Sebastián Lerdo de Tejada por quienes llega a tener contacto con Benito Juárez. Se dice que, en un baile, donde coincide con Juárez derrama en el vaso de bebida de éste varias gotas de veintiunilla; Lerdo de Tejada fue testigo del acto y sonrió cómplice a la asesina. Juárez falleció tres semanas después por una faringitis: Sebastián Lerdo de Tejada fue nombrado presidente.

Según las crónicas de la época y algunos corridos, La Carambada (¿Leonarda Emilia Martínez?) era una mujer hermosa que se agenció estar cerca del poder en los tiempos del imperio de Maximiliano de Habsburgo y del gobierno de Benito Juárez. Mónica Hernández recurre a la ficción y a la imaginería popular para mostrar algunos momentos oscuros y aciagos de la historia del México del siglo XIX, los cuales contrastan con versiones oficiales de los hechos.

Muestrario de otras facetas de quien se le considera ‘restaurador la República’. Se sabe que muchos opositores ansiaban la muerte del político oaxaqueño porque se estaba perpetuando en la presidencia. Se develan diligencias de que sobornaba a gobernadores y de que intervino en las elecciones: “Logró que los muertos votaran”, elementos que contrastan con el retrato incólume que se tiene del Juárez de los manuales oficiales de historia.

“La leyenda de esta mujer siempre me llamó la atención, quien era una suerte de Robin Hood. Dicen que cuando sometía en altercados a los hombres, exponía sus pechos para desmostarles que era mujer. Quise recrear una ‘historia no oficial’ que involucra a figuras del poder: Juárez, Lerdo de Tejada y otros. En realidad, retomé a un personaje legendario y lo llevé a los espacios de la ficción con total libertad”, dijo a La Razón Mónica Hernández.

¿Mujer obsesionada con la venganza? Sí, La Carambada es fuerte, resentida, capaz de todo, de ahí el posible magnicidio que comete al envenenar a Juárez, ya que éste se niega a otorgarle el perdón a su novio condenado a fusilamiento.

¿Reconstrucción de una mujer establecida en el imaginario popular? Cuando la descubrí me di cuenta de las posibilidades novelísticas que había en ella. Vive primero en una gruta, le toca ser testigo de sobresaltos y arbitrariedades. Logra codearse con personalidades importantes de la época. Por supuesto, me vi obligada a tomar todas las transcripciones de la leyenda a partir de múltiples versiones de su carácter y fisonomía física como aquella que la describe rubia y de ojos claros.

¿Novela histórica que se sustenta en una leyenda popular? Así es; pero, realicé un proceloso trabajo de investigación histórica en el que analicé bibliografía especializada y realicé visitas a lugares históricos. Encontramos en los archivos mucha información y documentos del siglo XIX, lo cual da la posibilidad al novelista de edificar ficciones de forma acertada. Se puede ‘mentir’ y hacerlo verisímil. Leí muchos periódicos y libros de esos años, además de otras novelas históricas que me sirvieran para ambientar la mía.

¿Desacralización de la figura de Juárez? Tuvo comportamientos contradictorios, oscuros. Esa historia que nos dijeron desde la primaria del pastor pobre que no sabía hablar español, que acarreaba sus ovejas y llega a contraer matrimonio con la hija del hacendado es bastante idealista y romántica, poco real. Presento a un Juárez de carne y hueso. Fue pionero de los delitos electorales, practica de los políticos de hoy: intervino en elecciones y compró el favor de gobernadores y del Senado.