En Argentina, un “Nostradamus” dibujó el futuro

Ilustración Rafael Miranda Bello La Razón

Ya en la década de los 30, Benjamín Solari Parravicini (1898-1974) era un artista con cierto prestigio en Buenos Aires. Durante una gran parte de su vida vivió en la mansión familiar al norte de la ciudad, construida en un terreno de siete hectáreas. Rodeada de un bosque, la casona tenía un cierto aire gótico. Ahí tuvo su taller este pintor. En los años finales de su existencia vivió solitario en una pensión.

Una noche del otoño de 1938, Benjamín Solari despertó luego de un sueño extraño. Una mujer caminaba hacia las olas y entraba al mar para ahogarse. De inmediato este hombre hizo un dibujo alusivo a esa imagen.

Luego se durmió de nuevo. En los días siguientes se enteró del suicidio de Alfonsina Storni (1892-1938), la poetisa trágica quien murió la misma noche en la forma como él lo había soñado.

Esta experiencia lo trastornó y después comenzó a tener visiones, las cuales motivaban dibujos inexplicables. Los rompía, pues la mayor parte de las veces correspondían a imágenes aterradoras. Pensaba eran ráfagas de locura y prefería no dejar constancia de ellas.

Ya en 1936 había hecho un dibujo terrible, describe a Benito Mussolini —muy célebre en esa época— colgado, junto a él también cuelga un vestido de mujer. A semejanza de esta composición decidió dibujar todas sus visiones y escribir de manera automática en las mismas hojas lo dicho por las voces interiores que explicaban de manera críptica las imágenes dibujadas.

Nueve años después de ese primer dibujo, al fin de la Segunda Guerra Mundial, el cadáver de Mussolini fue colgado de las botas en la viga de una gasolinera de la plaza Loreto en Milán. Con él estaba también el cuerpo de su amante, la joven Claretta Petacci, cuya relación no era pública cuando Solari hizo ese dibujo premonitorio, en el momento quizás más esplendoroso del poder del Duce.

En 1938, antes del inicio de la Segunda Guerra hizo otro dibujo con ese tema, le tituló El fin de Hitler y Mussolini y ambos personajes aparecen amarrados por las espaldas y forman un contorno parecido a un ataúd. Este tipo de dibujos, certeros al anunciar acontecimientos históricos se los entregaba a amigos quienes comenzaron a crear su fama, acrecentada de manera póstuma hasta el grado de ser llamado ahora el Nostradamus argentino.

Hoy se resguardan casi un millar de dibujos suyos y varias decenas de ellos han sido ya publicados, siendo sorprendente su relación con varios hechos históricos sucedidos después de 1936. Los dibujos corresponden a un estilo naif, sin ser caricaturesco. En algunos es como si un espíritu infantil hubiera hecho los trazos, que adquieren un sentido —ciertamente misterioso— con los textos escritos a mano con una caligrafía cuidada aunque presurosa. Él les llamaba psicografías a estos dibujos.

Solari era católico y realizó sus dibujos proféticos siendo un hombre devoto. Pensaba tener la capacidad de algunos videntes —o de los iniciados en círculos herméticos como los Elegidos Cohen, o los miembros de algunas logias martinistas o cabalistas de grados superiores—, de poder tener comunicación con ángeles cuyos ojos están fuera del tiempo y pueden mirar más allá del presente, explicando así el devenir y el destino.

La tradición profética está muy arraigada en el judaísmo y en el cristianismo. La adivinación del futuro es pagana, pero la idea apocalíptica de la historia —en el sentido de una revelación y un final de los tiempos— es plenamente judía y cristiana, pues ambas religiones son esencialmente mesiánicas. Los incidentes de la historia se ven así como parte del destino humano en el marco de un plan divino.

Nostradamus, por ejemplo, usaba la astrología (proveniente de la antigüedad pagana) y la cábala cristiana (de inspiración judaica pero adaptada al canon cristiano) para escribir sus célebres centurias.

Con esta base escribió en una carta legada a su hijo César, en marzo de 1555: “Todo está predicho por un aliento divino y gracias al espíritu angélico inspirado al hombre que profetiza, dándole vaticinios consagrados por unción que le iluminan, librándole de toda fantasía por diversas apariciones nocturnas, tanto como por una certidumbre diurna, sin considerar más que su valor en la libertad”.

Benjamín Solari, el Nostradamus argentino, concebía por su parte sus delirantes dibujos como una expresión de visiones que atribuía a la inspiración de una entidad superior. Hay referencias a hechos y personajes, interpretados luego a la luz de sucesos históricos del siglo XX y de la última década, también remite a cuestiones científicas y tecnológicas —por ejemplo, la energía atómica—, a desastres naturales (entre ellos hay uno que puede relacionarse con el reciente tsunami en Japón) y a movimientos históricos de largo plazo como la caída del comunismo, el renacimiento religioso en Rusia, la decadencia estadounidense (uno de sus dibujos expone un atentado en Nueva York, “el monumento será atacado dos veces”, al hacerlo no se habían edificado todavía las torres gemelas), la irrupción de China (“el aliento del dragón cubrirá con su tiniebla el mundo entero”), la crisis financiera global; también profetiza la caída violenta del régimen cubano, o en un futuro indeterminado el contacto con extraterrestres o la conversión de la Humanidad al vegetarianismo.

Para los escépticos, lo de Benjamín Solari sólo se trata de coincidencias o de la brillante expresión de un demente, para otros, los suyos son dibujos proféticos o incluso pruebas de que el misterio está en el fondo de la existencia humana.

1

HITLER-MUSSOLINI. “Hitler, Mussolini. Con el mismo fin; el mismo fin”. (1938) .

2

“El átomo llegará a dominar el mundo, el mundo será atomizado y quedará ciego. Caerán tormentas ocasionadas por las incursiones del hombre en la atmósfera, nuevas enfermedades, trastoque de sexos, locura colectiva, dislate total. El mundo oscurecerá” (1938).

3

CUBA CASTRO. “Cabeza de barba, que

parecerá santa, mas no lo será y encenderá

las Antillas”. (1938).

4

La IGLESIA. “Llegará el día en que el Santo Padre llamará a sus sacerdotes para hacerles razonar mas todo será inútil, la Iglesia será caída en ceguera y despotismo”.

5

RUSIA POBRE. “La Nueva Rusia será pobre, pero regresará a su Dios. Allá se despedazarán los nuevos en su época. Sus sabios llegarán a asombrar al mundo, dominarán en desesperación y después caerán estruendosamente. La nueva hija de ella será pobre, pero será”.

6

“La libertad de Norteamérica perderá su luz, su antorcha no alumbrara como ayer, y el monumento será atacado dos veces”.

7

ORO. “5 Oro maldito será muerto, oro maldito. Oro se cae. Oro oro malo” (sin año)

8

EU DECADENCIA. “Bolsa al suelo. Crisis. Crisis. El gran millonario yankee dejará de ser”.

9

JAPÓN. “Ruido de ruidos ensordecerán las alturas. La bomba F” (F: Fukushima).