¡Te vamos a extrañar!, despiden a Cauduro en Bellas Artes

Como un padre amoroso, un amigo solidario y un artista crítico que denunció las injusticias y renunció al éxito acomodaticio y a las modas, ayer fue recordado Rafael Cauduro durante un homenaje póstumo en el Palacio de Bellas Artes.

“¡Rafael Cauduro, te vamos a extrañar!”, fueron las primeras palabras cargadas de emotividad que se escucharon en el Palacio de Mármol. Walther Boelsterly, director del Museo de Arte Popular, casi al borde del llanto, recordó al muralista y pintor como un hombre “sin rodeos, directo, transparente”.

En el Palacio de Bellas Artes se colocó una fotografía de gran formato del artista plástico y arreglos florales. En el centro del vestíbulo del recinto estaba una urna dorada con los restos de Rafael Cauduro.

Boelsterly destacó la manera en que Cauduro, quien falleció el sábado pasado, fue un artista que con su obra cambió paradigmas y siempre puso a reflexionar.

“Nos deja un artista con mayúsculas, que nos obliga a pensar en la responsabilidad de cada uno, en la producción honesta con uno mismo, un artista que cambia paradigmas, alejado de modas apoyadas por sectores con intereses en el mercado. Rafael Cauduro renuncia al éxito acomodaticio, alcanza el éxito por méritos propios, a través de su discurso plástico, su técnica pictórica y su honestidad como artista y como persona”, apuntó.

Dijo que el creador de Escenarios subterráneos siempre se hizo notar por su obra y no requirió de discursos incendiarios.

“No necesitó de actos o declaraciones incendiarias, sus herramientas estaban en sus pinceles, en su talento, en las telas y sus propuestas. Su trinchera fue donde trabajó al lado de gran equipo”, expresó.

Por su parte, Liliana Pérez Cano, viuda de Cauduro y quien junto con sus hijas Elena y Juliana, montó la primera guardia de honor durante el homenaje, lo recordó como un gran padre. Además compartió la manera en que el artista enfrentó su condición de salud.

“Rafael disfrutó cada momento de su propio deterioro, fue congruente con su filosofía y pasión por la vida, sabiendo que el instante final se acercaba, siempre tuvo una sonrisa y buen humor, disfrutando la última etapa de su vida con gratitud y dignidad, deteriorándose poco a poco hasta lograr trascender, haciendo honor al sello de su obra”, dijo.

Pérez Cano señaló que con su muerte Cauduro dejó otra lección de vida: “Lo que permanece hoy y para siempre es el recuerdo, no sólo de un gran artista, sino de un padre ejemplar, un amigo generoso, un tío inigualable, de un magnífico orador, un gran ser humano, que nos deja recuerdos que quedarán atesorados en nuestros corazones. Rafael, cumpliste tu objetivo de dejarles a tus hijas el ejemplo de un ser maravilloso, congruente, que vivió y murió por su pasión, siempre entregado a las personas que amaba”, finalizó sollozando.

La hija de Cauduro, Elena, junto con su hermana Juliana, también dedicó unas palabras. “Afortunadamente le dijimos todo lo que le queríamos decir en persona. Queremos hacer honor a todas las enseñanzas que nos dió como padre y como persona, hacerle honor a esos discursos para hacer este país más justo”, dijo Elena y tras ello tomó la palabra Juliana, quien expresó: “Te quiero mucho papi”, los presentes entre quienes se encontraban, familiares y amigos, aplaudieron de manera emotiva.

En el homenaje estuvo presente Lucina Jiménez, directora del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), en representación de la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto.

Digitalizan archivo

Actualmente se realiza la digitalización del archivo de Rafael Cauduro referente a sus cuatro obras murales, una pieza que hizo en Vancouver, pero que fue destruida; Un clamor por la justicia. Siete crímenes mayores, Escenarios subterráneos y El condominio.

“Son más de cinco mil imágenes escaneadas y catalogadas para que puedan ser consultadas por investigadores”, detalló la investigadora de la UNAM Mercedes Sierra, a algunos medios de comunicación.