Julia Santibáñez visibiliza a mujeres en El lado B de la cultura

La escritora y poeta Julia Santibáñez, en El lado B de la cultura vol. 2 (Penguin Random House, 2023), continúa contándonos los aspectos más humanos de personalidades del siglo XX, poniendo énfasis en aquellas mujeres que quedaron en el olvido o a la sombra, como Aurora Reyes, Lupe Marín, Enriqueta Ochoa y Katy Jurado, por mencionar algunas.

“El libro tiene una intención desde el volumen uno y, un poquito más en el dos, de recuperar a las mujeres del siglo XX. Muchas veces se piensa que ésta es la generación que está generando los cambios, que estamos consiguiendo que se visibilice la violencia de género, sí, pero desde hace 100 años había mujeres que estaban luchando por eso, diciendo de manera frontal ‘no somos objeto, no somos musas’”, ha comentado sobre su más reciente libro la autora de Eros una vez, quien ayer presentó El lado B de la cultura, Vol. 2, en la Librería Mauricio Achar, de Gandhi, en la Ciudad de México, acompañada por la crítica de cine, ensayista y editora Fernanda Solórzano.

En dicha publicación, la directora del suplemento El Cultural de La Razón, cuenta cómo la novela La única, de Lupe Marín, “no le cayó en gracia” al poeta José Juan Tablada, porque en ésta mostraba “los trapos sucios de Diego Rivera y, más manchados, de Jorge Cuesta”, entre ellos, las infidelidades del muralista mexicano.

Santibáñez comparte también el paso de las mujeres en el mundo del cine, como la crítica Elena Sánchez Valenzuela. Además de adaptaciones de novelas como Los recuerdos del porvenir, de Elena Garro; o Balún Canán, de Rosario Castellanos.

La también editora se detiene en aquellas mujeres a quienes se les ha puesto la etiqueta de “chiflada”.

Cuenta el caso de Alcira Scouts Scaffo, activista y traductora uruguaya, quien se escondió en un baño de la Torre 1 de Humanidades cuando los soldados entraron a la UNAM en 1968. También cuando a Lupe Marín la encerraron en un psiquiátrico o cómo Nahui Olin, Pita Amor y Elena Garro “acabaron sus días como mujeres rijosas”.

“En general, la locura es una manera de descalificar a la persona, ha sido lo que ha ocurrido con las mujeres y en particular con mujeres artistas. En el siglo XX se vio de manera muy clara, lo menciono en un capítulo que le dedico a las ‘chifladas’, como las llamaban, que por ejemplo, en algunos casos sí tuvieron un desequilibrio mental, como Alcira Scouts, pero hubo otras a las que nada más se les colgó el titulito, porque era más fácil desacomodarlas del lugar, entre ellas Lupe Marín, Nahui Olin, Pita Amor, Elena Garro.

“Me fui encontrando con que es más fácil poner estas etiquetas a las mujeres rijosas, que tienen un dolor muy profundo, que no se ajustan a la sociedad”, comentó en entrevista con La Razón Santibáñez.

Fernanda Solórzano ha destacado que dicha publicación es un “recuento irreverente y divertido de los hechos y personajes que moldearon la sensibilidad del siglo XX mexicano”.