Llevan al cómic la trágica historia reciente de Chile

Aparece en librerías uno de los primeros títulos de la nueva Colección Popular de Novela Gráfica del Fondo de Cultura Económica (FCE): Los años de Allende, del guionista Carlos Reyes (Santiago de Chile, 1967) y el dibujante Rodrigo Elgueta (Santiago de Chile, 1971). Historieta publicada originalmente en 2015, merecedora de los premios a Mejor Cómic, Mejor Dibujante y Mejor Guionista en el Festival Internacional del Cómic de Santiago 2016.

Conjugación de historia y ficción que propician al lector un panorama de lo que fueron los mil días del primer gobierno socialista de Chile encabezado por Salvador Allende. La épica y la tragedia, la dignidad y la traición, la represión brutal y la resistencia se hacen patentes en los folios de un cuaderno gráfico en que conviven las reseñas testimoniales y la tonalidad documental.

“Hemos querido desde la perspectiva del cómic, recrear un fragmento significativo, doloroso y trágico de la historia reciente de Chile. Convergen aquí todos los elementos de la historieta como tal en un sentido de testimonio desde una atmósfera en que los hechos históricos son protagonistas: personajes reales que fueron partícipe de los mil días del gobierno de Salvador Allende”, comentó en entrevista telefónica con La Razón, desde Santiago de Chile, Carlos Reyes.

¿Presencia de un ‘realismo gráfico’ muy acertado? Puedo decir que las imágenes de Rodrigo Elgueta son muy precisas, puso todo el bagaje de su experiencia como dibujante en darle vida al guion a través de una imaginería gráfica muy propia del cómic en los esquemas de un desbordado realismo.

¿Emociones gráficas? Ése era el propósito, que los lectores se inquietaran, se hicieran preguntas sobre los hechos en el diálogo que se establece entre lo verbal y lo iconográfico.

¿Empalme de crónica y documental? Ambas tonalidades están presentes: la crónica de los hechos que llevan al golpe de Estado en un sumario propio del documental. Presentación de las confabulaciones y conjuras diplomáticas que, desde la sombra, dispusieron el golpe de Estado de Pinochet.

Recurrencia a los elementos del montaje cinematográfico. ¿Influjo del cineasta ruso Eisenstein? Bueno, la novela gráfica es en cierta medida una suerte de ‘película que se lee’. Lo de la presencia del realizador ruso Sergei Eisenstein es un elogio que Rodrigo y yo, agradecemos.