Norma Lazo refleja el frío interior en nueva novela

Norma Lazo (Veracruz, 1966): cronista, narradora y ensayista miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte. Trayectoria de más de 15 años en los espacios literarios con varios volúmenes publicados, entre los cuales destacan las novelas El dolor es un triángulo equilátero (Premio Nacional de Literatura José Fuentes Mares 2007), El dilema de Houdini (2009) y Lo imperdonable (2014); además del cuaderno de relatos Medidas extremas (2014) y el volumen de ensayos La luz detrás de la puerta: el silencio de la escritura (2012).

La también guionista y editora da a conocer La banalidad de los hombres crueles (Lumen, 2022), novela cuya trama transcurre dilucidada a través de incidentes protagonizados por personajes escoltados por el abandono, la fragilidad, la angustia y la nostalgia. Fabulaciones entretejidas con trances de reclusión, suplicio, quebrantamiento y fanatismo en tres países y tiempos diferentes.

Crónica de tres existencias ligadas por la presencia de la crueldad humana: el maestro Yoshikawa aparece desangrándose en el piso de su casa de Tokio en 1971; Ekaterina Nikolayéva, señalada por traición a la patria, espera condena en Vladivostok en 1938; la hermana de Takumi ha sido encontrada moribunda en una barranca del Estado de México.

“La crueldad siempre ha estado entre nosotros; sin embargo, somos incapaces de aprender de su presencia. Es algo que persistirá: la crueldad es intrínseca al ser humano; pero, asimismo, el cobijo y la caridad. La pregunta está en el hecho de por qué se elige la ruta de lo brutal, en vez de una senda más caritativa. La novela expone la soledad en que viven tres personajes enfrentados a fatalidades. El quebranto y la nostalgia son ropajes y también la única vía para revelar sus desdichas”, comentó en entrevista con La Razón Norma Lazo.

¿Título que remite a la Hannah Arendt del célebre ensayo Un informe sobre la banalidad del mal? Arendt acuña la expresión ‘banalidad del mal’ para expresar como algunos individuos actúan bajo normativa sin deliberar sobre sus actos; indaga en la complejidad de la condición humana a partir de protagonistas de sucesos de extrema crueldad, ‘personas normales’, a pesar de las acciones que cometieron. En mi caso, presento a personajes frágiles ante la crueldad humana. Sí, el título hace guiños a Arendt.

¿Un ‘invierno subjetivo’ arropa a los personajes? Sí, la mayoría de los sucesos ocurren durante el invierno: estación que me gusta mucho. Esa rigurosa e inclemente atmósfera que hay en los inviernos, sobre todo en países como Japón y Rusia: reflejo de esa suerte de ‘frío interior’ que a veces colinda con nuestra propia soledad.

¿Novela que trenza dos temáticas: maternidad y expiración? La novela aborda la muerte, pero también la maternidad y el amor filial. Todavía hay esperanza, no todo está perdido en el ser humano: la hospitalidad y la empatía aparecen en momentos imprevistos. Esta novela es también una historia de amores, entre amigos, amantes, esposos.

¿Tres tiempos entroncados en la pérdida de un ser humano? Tres concomitancias, tres fragilidades donde la soledad vaticina las rutas de personajes sensibles ante sus tragedias. Tres relatos en apariencia alejados, pero que convergen en el mismo infortunio: la pérdida de un ser humano. Los tres enfrentan una desventura y al mismo tiempo son víctimas de la crueldad humana; sin embargo, encuentran abrigo, al mismo tiempo, en el afecto de un desconocido.

La banalidad de los hombres crueles