Los biombos que pintó David Alfaro Siqueiros para la escenografía de la obra “Licenciado no te apures”, en 1960 mientras estaba recluido en Lecumberri acusado de disolución social, se presentan en conjunto por primera vez en la exposición El retorno del realismo. Siqueiros y la neovanguardia (1958-1974), que se inaugura hoy en la Sala de Arte Público Siqueiros (SAPS).
Las piezas tienen una altura aproximada de dos metros y medio por cuatro de largo, están hechas en soportes de madera y con técnica de acrílico. En una de las partes aparece “un paisaje abstracto, en otra, una madre proletaria acompañada de máscaras griegas; una más tiene un hombre y una mujer besándose, casi levitando, y finalmente un paisaje apocalíptico”. Todas ellas reflejan, a decir de los curadores, “lo que está viviendo en ese momento, la reclusión, el engaño de los abogados, la miseria que viven los reclusos dentro del penal y cómo sus madres y esposas, cargadas de hijos, acuden a visitarlos. Reflejan esa angustia del encierro”.
Para su elaboración, el muralista consiguió que el entonces director de la cárcel, General Carlos Martín del Campo, le permitiera el ingreso de materiales y herramientas que previamente había pedido en carta al dueño del Teatro Jorge Negrete, Rafael Landa. En su misiva le dice: “Es el caso que a solicitud del grupo teatral de reclusos fui nombrado nada menos que escenógrafo de su teatro interno ...y les ofrecí a los ñeros escribirte para pedirle por tu conducto a la ANDA (Asociación Nacional de Actores) que nos regale al teatro de la cárcel los elementos necesarios para que yo pueda ejecutar la escenografía de la obra que están preparando...Está por demás decirte que tratándose de una escenografía no realista sino sugerente a la manera moderna, su costo y esfuerzo material serán mínimos, en caso de que la ANDA resuelva favorablemente lo solicitado, que agradecerían no sólo los componentes del grupo teatral, sino también los tres mil pájaros que hacemos como que volamos en esta gran jaula”.
El director de Lecumberri no sólo le dio permiso, sino una celda continua que ocupó como taller. “Transformó una parte del penal en un gran taller de producción artística, en todo un acontecimiento”, destaca Mónica Montes, responsable del Archivo David Alfaro Siqueiros.
La mitad del biombo, que permanecía en México, forma parte de la colección del Archivo General de la Nación (AGN) y ha sido mostrada más de una vez, “pero el año pasado, la otra parte del biombo, que permanecía en una colección particular de Paul Antebi (el máximo coleccionista de Siqueiros) salió a subasta y el AGN tomó una muy buena decisión y con los apoyos correspondientes y adquiere la pieza”, dijo Montes. Entonces, la casa de subastas Morten la sacó con el precio de puja de 3 a 5 millones de pesos, según consignaron varios medios.
La adquisición fue clave en su momento porque se trata de una pieza del Patrimonio Artístico de la nación, pero sobre todo porque significó la reunión, después de 57 años, de la pieza. Por algo el curador de la exposición, Julio García Murillo, considera que “unidas representan una visión diferente del artista”. Dichos biombos, señala García Murillo, no le habrían tomado más de dos semanas a Siqueiros y los pintó como con 12 ayudantes”.
Finalmente, Taiyana Pimentel, directora de la SAPS destaca que “estos biombos muestran un Siqueiros enérgico, con una postura fuerte ante la vida, todavía no es el Siqueiros que vemos en la obscuridad en Lecumberri años después”.
La exposición que estará hasta el 14 de mayo, también exhibe 18 piezas entre estudios, bocetos, litografías, así como material fotográfico y obra de caballete.

