Shakespeare, la literatura que hizo del cine un arte

Shakespeare, la literatura que hizo del cine un arte
Por:
  • raquel_vargas

En 1899, cuando el invento de los hermanos Lumiere apenas contaba con cuatro años de existencia y era uno de los atractivos de las ferias, William Kennedy Laurie Dikson llevó a la pantalla la que sería la primera película de una obra de William Shakespeare: El rey Juan, estelarizada por Herbert Beerbohm Tree. Los todavía sorprendidos espectadores vieron la dramática gesticulación del actor, encarnando a un monarca agonizante, pero también fueron testigos del inicio de la certificación del cine como arte.

“El cine adoptó a Shakespeare desde el inicio, antes de que fuera narrativo había películas que duraban alrededor de 50 segundos —el Film d’ Art, de Francia—a principios del siglo XX, donde ya aparece la escena del balcón de Julieta o el monólogo de Hamlet, fragmentos de piezas que buscaban legitimar al cine dentro de la categoría de las artes”, expresó José Antonio Valdés, profesor de Historia del Cine en la Filmoteca de la UNAM.

La relación entre el dramaturgo y el séptimo arte —que ayudó a crear— ha trascendido épocas, geografías e interpretaciones. Se estima durante el periodo del cine mudo se realizaron cerca de 400 filmes con guiones shakesperianos.

“Hay una versión de Hamlet realizada por Asta Nielsen —la actriz escandinava más importante en la época silente—y ella es quien interpreta ese personaje, ahí la cuestión no fue el ser o no ser, en el que se debate el príncipe, sino en alguien que tiene que cubrir su identidad femenina a través de lo masculino. Es muy interesante la reelaboración de los códigos que permite Shakespeare, por ejemplo Macbeth queda bien en la Escocia del siglo XIII o dentro de una película de gánsters como Hombres de respeto”, explicó Valdés Peña.

La flexibilidad de sus textos han permitido al británico atravesar más de un siglo montado en celuloide, e instalarse en lugares tan variados como el Japón feudal de finales del siglo XIII —en Trono de sangre— la versión que hace Akira Kurosawa de Macbeth o una preparatoria estadounidense de 1999 en 10 cosas que odio de ti, adaptación libre de La fierecilla domada.

“Si se analiza lo que se ha escrito, tanto en el teatro, como en el cine y la literatura, todo gira a su alrededor, de la manera en la que armaba sus historias y la forma que tienen sus personajes para avanzar”, comentó.

Laurece Olivier, Orson Welles, Kenneth Branagh, Helen Mirren, Toshiro Mifune, Michelle Pfeiffer, Kevin Kline, Leonardo DiCaprio, Marion Cotillard y Michael Fassbender son sólo algunos de los que han corporizado a los reyes, villanos, pícaros o faunos creados en el periodo isabelino.

En el cine “se puede presentar Shakespeare en una situación más accesible para el público, además da otra perspectiva respecto a las situaciones”, expresó Stephen Murray Kiernan, director de América Latina del Carlyle Institute de Dublin (Cilatam).

“Orson Wells hizo una creación de Julio César a mitad de los años 30 en teatro, pero ubica la obra durante el fascismo, entonces para la gente tiene más significado, pues es una situación más inmediata”, explicó.

En ese sentido, destacó el reto que representa para los actores realizar una obra del escritor, “para ellos es colocarse en un nivel superior, dentro del trabajo histriónico. Las piezas que inmediatamente venden boletos son Hamlet, El rey Lear, Romeo y Julieta, etcétera, pero en un plano más experimental están Coriolano, El rey Juan, entre otras”.

Para el especialista, la vigencia de Shakespeare también reside en la que es una veta para los actores a cualquier edad.

“La gran ventaja es el amplio rango de edad que tienen los personajes, siempre hay un papel según la etapa de su vida para el actor o la actriz. Por ejemplo, Laurence Olivier, que pudo salir en Romeo y Julieta de joven y luego pasar a Hamlet a los 30 años y seguir a Julio César y terminar con El rey Lear o Próspero”.

Esos elementos harán que Shakespeare se siga representando en los próximos siglos, enfatizó: “para los directores, actores, incluso para los diseñadores de sets sigue siendo el reto principal de su profesión. No siempre hay mercado para los boletos, pero sí algún actor como Al Pacino o Ralph Fi-nnes, dispuesto a interpretarlo”, concluyó.

El Quijote inspiró al máximo autor inglés

Redacción La Razón

Un texto de William Shakespeare podría ser el eslabón que una definitivamente a este escritor con el autor de Don Quijote de La Mancha, Miguel de Cervantes Saavedra. Durante siglos se ha especulado si hay una relación entre los dos grandes maestros de la literatura, pues aunque fueron contemporáneos y vivieron casi el mismo lapso de la historia, se desconoce si tuvieron algún tipo de influencia. Una nota de la BBC informa, en el marco del 400 aniversario luctuoso de ambos creadores, que hay evidencias que la compañía teatral del Bardo de Avon presentó una obra llamada Cardenno o Cardenna ante el rey Jacobo I, y que ésta estaría basada en la primera parte del texto de Cervantes. Sin embargo la obra ha estado perdida durante siglos. La agencia informativa destaca que el hallazgo se dio en el libro de contabilidad del tesorero del monarca, quien en dos partes hace referencia a la pieza por la que pagó en los meses de mayo y julio de 1613. Los expertos señalan que esta obra podría haber sido escrita a dos manos por Shakespeare y el actor Jonh Fletcher.

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