Lanza La tierra de la gran promesa

Villoro retrata a un México marcado por la violencia en nueva novela

El libro del también cronista, el más personal y político; metáfora del país bordada con experiencias íntimas; profundiza en temáticas como la corrupción y el narcotráfico

El autor, en 2017, en el Museo Nacional de Antropología.
El autor, en 2017, en el Museo Nacional de Antropología.Foto: Cuartoscuro
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El cronista, dramaturgo, cuentista y ensayista Juan Villoro (Ciudad de México, 1956) regresa a los terrenos de la novela después de siete años de silencio por esos atajos; en 2014 dio a conocer El apocalipsis (todo incluido): los lectores esperaban otro paseo suyo por las encrucijadas, índices y sumarios de ese género que Pío Baroja calificó de “multiforme, proteico y en fermentación”.

Circula en librerías La tierra de la gran promesa (Random House, 2021) en que el Premio Herralde 2004 (El testigo) presenta al documentalista Diego González, quien ha crecido en los años 60 y 70 de un México convulso y severo, pero que se aferra a ilusiones envueltas en acasos, vacilaciones, fugas y encuentros con el pasado. El autor de Efectos personales posa su mirada por entreveros de la sociedad mexicana contemporánea (violencia, narcotráfico...), y asimismo, por los impactos de las redes sociales en la vida cotidiana.

El viaje de Diego a Barcelona coincide con mi huida a esa ciudad con mi familia, después de haber sido víctima de un asalto en México. Diego escapa y se da cuenta que en ese acto hay una develación de culpabilidad

Juan Villoro
Escritor

“Diego González crece en los dilemas de esa generación ubicada en la utopía hippie: regreso a la naturaleza, ideas socialistas, fraternidad, amor y paz, entre otras ilusiones, las cuales se convirtieron en pérdidas. Él se siente incapaz de relacionarse con un mundo desvalorizado. Cineasta comprometido con su oficio intenta documentar la realidad adversa de la violencia en Michoacán, por ejemplo, y ahí comienzan sus problemas. Entrevista a un jefe del narco y sin saberlo se convierte en portavoz de otros criminales integrantes de bandas opuestas que quieren perjudicar al narcotraficante y atraparlo gracias al documental: esto lo arrastra a severas consecuencias”, expuso en conversación con La Razón, Juan Villoro.

“24 de marzo de 1982”

El día del incendio conoció a una mujer que se maquillaba con cerillos. Diego tenía clase vespertina en el CUEC, que nadie llamó nunca Centro Universitario de Estudios Cinematográficos. Antes de entrar al pequeño edificio en la colonia del Valle se detuvo en un puesto callejero que ofrecía un asombroso surtido de golosinas en pequeñas cajas de madera color naranja. No había comido y tranquilizó el hambre y la sed con unos cacahuates japoneses y un refresco.

Tal vez la mujer lo había atendido en otra ocasión, pero sólo entonces reparó en ella: sostenía un espejito circular y se frotaba el rostro con un cerillo largo, de los que se usan en las cocinas, al pulverizarse, el fósforo rojo le dejaba una capa de carmín en las mejillas.

—¿Tienes cambio, papá? —la mujer desvió la vista hacia Diego.

—Sí.

Ella tomó otro cerillo y repitió la operación en su labio inferior.

—Déjalo ahí— señaló con la mirada una lata de leche en polvo Nido que contenía monedas y billetes (...)

FRAGMENTO TOMADO DE LA TIERRA DE LA GRAN PROMESA 

¿Por qué siete años sin publicar una novela? Soy un escritor muy disperso. No puedo escribir con rapidez una novela. Tardé nueve años en darle forma a esta narración, la cual empezó como un guion cinematográfico.

¿El pasado de Diego González está marcado por la culpa? Habla dormido. Está casado con una sonidista quien se da cuenta que los monólogos de su marido son confesiones reveladoras de un pasado cargado de contradicciones, errores y culpas. García Márquez decía, tenemos tres vidas: la pública, la privada y la secreta. En esos parlamentos mientras dormía, Diego revelaba su vida secreta.

¿El fuego de la Cineteca en 1982: hecho que cataliza la historia? Ese incendio fue muy terrible: el gran acervo cinematográfico del país se convirtió en ceniza. Ésa es la primera ‘prueba de fuego’ de mi protagonista, un país donde las películas se calcinan. Episodio que ocurre mientras se exhibía la película La tierra de la gran promesa, de Andrzej Wajda. El título de la novela está tomado de ahí.

¿Novela cuyo montaje es muy cinematográfico y, asimismo, un tributo al cine por las referencias que se hacen? Mi generación tuvo una segunda universidad: los aforos de proyecciones de películas imprescindibles: todo el cine ruso, Bergman, Buñuel, Antonioni, Fellini, Welles, Truffaut, Houston... La narración y el cine tienen vasos comunicantes. Una novela es una película que el lector descifra a través de las imágenes del lenguaje.

¿Elementos autobiográficos en la figura de Diego González? Siempre se escribe desde uno mismo. El viaje de Diego a Barcelona coincide con mi huida a esa ciudad con mi familia, después de haber sido víctima de un asalto en México. Diego escapa y se da cuenta que en ese acto hay una develación de culpabilidad. Un personaje de la novela afirma: “En este país huyen los inocentes”.

¿Metáfora o alegoría del México contemporáneo? Se entrecruzan ambos términos, en el sentido de una novela, que tiene un entramado de traiciones y ocultamientos que aborda el tema de la corrupción desde lo alegórico; pero, yo me propuse escribir una novela en que los personajes fueran subjetivos y, asimismo, convincentes. Ya lo dije por ahí: “Una novela debe ser una ilusión de vida”: ahí entra lo metafórico, en la energía, los matices y las impresiones de la realidad.

¿Tercera persona narrativa acechada por un Yo? Siempre se narra desde la primera persona aunque se haga desde la omnisciencia de Él. Hay en esta novela ecos ensayísticos y de la crónica en una interpolación de los ademanes del relator.

¿Historia de amor en tiempos aciagos? Es una historia de amor; y también, el retrato de unos años marcados fatalmente por la violencia. 

La tierra de la  gran promesa
La tierra de la gran promesaFoto: Especial
  • La tierra de la gran promesa
  • Autor: Juan Villoro
  • Género: Novela
  • Editorial: Random House, 2021