La vida tiende a estar llena de obstáculos y de otros pesares que forjan nuestro carácter. A veces hay que hacer sacrificios para lograr nuestros sueños. Mas la recompensa suele llegar en abundancia o al menos así lo considera la joven clavadista Viviana del Ángel, que lejos de quejarse por no poder disfrutar su niñez, agradece el hecho de que todo su esfuerzo hoy dé frutos en abundancia.
En entrevista para La Razón, la veracruzana comentó que este año es el mejor durante la década que lleva como profesional en la disciplina de clavados, debido a los diversos logros que tuvo tanto en lo individual como en lo grupal.
“Éste es mi mejor año. Obtuve buenos resultados en las cuatro Series Mundiales que disputé y subí mi posición en el ranking. Conseguí un bronce en Kazán, la medalla de plata con Randall Willars en clavados mixtos, después el segundo lugar con Rommel Pacheco en Budapest. Estoy contenta con mi desempeño y me doy cuenta que está dando frutos todo lo que he trabajado”, señaló Del Ángel, que se hizo acreedora al Premio Estatal del Deporte de Veracruz, reconocimiento que se da a los deportistas que influyen de manera determinante, no sólo en el ambiente deportivo, sino en el social.
Pero más allá de los reconocimientos y de las diversas alabanzas que ha conseguido, Viviana no pierde la humildad y al analizar su actuación a lo largo del año, no pasa por alto dos personajes que influyeron notablemente en su crecimiento y desarrollo: Rommel Pacheco y Jair Ocampo.
El Dato: Viviana del Ángel fue inscrita a una escuela de gimnasia cuando tenía cinco años de edad.
Al cuestionarle quién de estos dos deportistas ha influido más en ella, Del Ángel se muestra dudosa, pero después de una breve reflexión no oculta su respuesta y con una gran efusividad confiesa que es Pacheco.
“Son dos compañeros muy ejemplares. Con ambos he convivido demasiado, sobre todo con Jair. Pero Rommel ha sido muy influyente para mí. He aprendido su técnica, su comportamiento ante los distintos escenarios. Me ha dado consejos y lo que vivimos para obtener la medalla de plata en el Mundial en Budapest fue muy importante para mí.
Además, lleva mucho tiempo en esto y me siento más identificada con él por su actitud y por la clase de persona que es. Pero también debo agradecer a todo el equipo, entrenadores y demás personas que han sido parte para que yo pueda dejar mis miedos”, exclamó la atleta veracruzana.
A pesar de que Viviana del Ángel considera a la gente que trabaja con ella como parte de su familia, la veracruzana extraña el ambiente que tiene en su tierra natal y con un tono emocional confesó: “Mi familia ha sido muy importante en mi carrera. Desde que entreno, mi mamá realizaba distintos sacrificios desde llevar la comida en el carro para que fuera comiendo durante los trayectos, que tuviera mi traje de baño, todo lo necesario para impulsarme y motivarme a que continuara entrenando”.
“A veces no lo decimos (los atletas), pero sacrificamos diversas cosas para prepararnos al cien. Pero mis padres han tenido esto y he recibido mucho apoyo por parte de ellos. Si había que ir a otro estado a competir, ellos realizaban el gasto y cuando me vine a la Ciudad de México, el apoyo fue mayor. Fue un cambio drástico y todo diferente, largos entrenamientos, faltar a la escuela, pero ellos me alentaron. Hubo días en los que yo quería dejar todo, pero su apoyo fue incondicional”, compartió la atleta de 18 años.
Cuando uno logra trascender, el hambre por seguir consiguiendo más cosas provoca que no se quede satisfecho con lo que se ha realizado. Viviana entra en esta categoría y asegura que el próximo año tiene como objetivo primordial asistir a los Juegos Centroamericanos y del Caribe, que se disputarán del 19 de julio al 3 de agosto, y la Copa del Mundo de la especialidad.
Finalmente, la veracruzana compartió que no es muy afín a celebrar las festividades navideñas, debido a que normalmente siempre se encuentra entrenando, pero en esta ocasión podrá convivir con su familia, la cual ha sido su principal aliciente a lo largo de su carrera.

