El empresario Jeffrey Lurie, actual dueño de los Philadelphia Eagles, es un ejemplo de cómo una pasión puede transformar una carrera. Antes de convertirse en propietario de una de las franquicias deportivas más valiosas del mundo, Lurie tuvo una vida académica como profesor de política social en la Universidad de Boston.
Su trayectoria lo llevaría a tomar el control de los Eagles en 1994 y transformar completamente al equipo; desde las instalaciones, pasando por la parte directiva, hasta convertirlo en el campeón del Super Bowl en 2018.
Luego de su paso por la academia, Lurie se unió en 1983 a la empresa de su abuelo, la cadena de cines General Cinema Corporation. Dos años después, fundó su propia compañía de producción cinematográfica y televisiva, Chestnut Hill Productions.

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Aunque esta empresa logró el éxito con tres documentales ganadores del Oscar, su verdadera ambición era ser propietario de una franquicia de la NFL. En 1993, el magnate intentó comprar a los New England Patriots, pero fue superado por Robert Kraft.
Su ambición por un equipo de futbol americano no se vio truncada por mucho tiempo, pues la oportunidad llegó un año después, cuando adquirió a los Philadelphia Eagles por 185 millones de dólares.
En ese momento, la franquicia atravesaba un periodo de inestabilidad con un récord de 8-8 y sin clasificar a los playoffs. Además, su infraestructura dejaba mucho que desear, con un estadio y campos de entrenamiento en muy malas condiciones.
La transformación de los Eagles
Desde su llegada, Jeffrey Lurie apostó por la transformación de la franquicia, y a pesar de que era un fuerte inversión de 200 millones de dólares, con ayuda de financiación pública, construyó un centro de entrenamiento de 37 millones y el Lincoln Financial Field, un estadio de 512 millones de dólares inaugurado en 2003.
Uno de los momentos trascendentes de su gestión fue en 2012, cuando despidió a Andy Reid, el entrenador más ganador de la historia de los Eagles y hoy, técnico de los Kansas City Chiefs, con quien compite por el Vince Lombardi de 2025.
Jeffrey Lurie y su cercanía con México
El futbol americano en México ha crecido en fanáticos en los últimos años, y los altos mandos de la NFL han tomado nota de ello, alimentando las ilusiones de el país centroamericano siga siendo anfitrión de estos eventos.
Uno de ellos es Jeffrey Lurie, dueño de los Philadelphia Eagles, quien durante el Día de Medios del Super Bowl 2023 expresó su afinidad por el país y la posibilidad de que, algún día, el partido más importante de la liga se juegue en territorio mexicano.
El magnate confesó que visita México seguido, e incluso ha vivido en ciudades como San Miguel de Allende y Guanajuato. “Es un público que se emociona con el deporte, que lo disfruta, y no veo por qué no pudiera algún día jugarse un Super Bowl en México”, declaró.
Además de hablar de la calidez de la gente, el dueño de los Eagles confesó su amor por el país y su cultura, resaltando su especial admiración por el estado de Chiapas.
mmt