Marcar tres goles como visitante debieran tener al Inter de Milán confiado de cara a la vuelta de su semifinal de la Champions contra el Barcelona.
El Inter podría no pensar así, considerando la capacidad del Barça para fabricar goles de la nada con el mejor jugador joven del mundo en su equipo, pero también hay que recordar que los culés no llegan a una final de Champions desde hace 10 años cuando vencieron a la Juventus en la Temporada 2014-2015.
Los Nerazzurri ganaban después de 21 minutos en el primer partido, antes de que Lamine Yamal, el prodigio español de 17 años, anotara un gol de antología y los azulgranas zafaron con un empate 3-3 en casa en un emocionante encuentro cargado de goles espectaculares.
- El Dato: Linkin Park será el encargado del show musical de la final de la Champions League 2025, que se juega el sábado 31 de mayo en el Allianz Arena de Múnich, Alemania.
Detener a Yamal ya es bastante difícil, pero luego está Raphinha, otro contendiente al Balón de Oro del Barça.
Con sus remates de larga distancia y ataques rápidos por el centro o por las bandas, es una amenaza constante. El brasileño tiene 12 goles en la competición, uno más que su compañero de ataque Robert Lewandowski.
“Para mí, el equipo es lo importante”, comentó el técnico azulgrana de Lamine Yamal el lunes. “Es verdad que hay jugadores excepcionales y Lamine es un genio. El miércoles nos ayudó y fue genial verlo, pero lo tiene que demostrar siempre. Queremos llegar a la final y esperamos que todos estén al máximo nivel”.
Pero a pesar de todo el poder ofensivo del Barcelona, la defensa sigue siendo vulnerable y Flick tiene que hilar fino para tomar las decisiones correctas.
Mantuvo a Wojciech Szczęsny en la portería, a pesar de que el número uno Marc-André ter Stegen se ha recuperado de una lesión de rodilla y jugó en la victoria del sábado por 2-1 en Valladolid.
El Barça busca conquistar la competición por sexta vez, mientras que el Inter busca un cuarto título. El Inter se consagró en 2010, venciendo al Barça en una tensa semifinal.
“Tendremos que jugar en equipo porque el Barcelona tiene una calidad enorme”, dijo el técnico nerazzurro, Simone Inzaghi. “Intentaremos ser lúcidos y ser el verdadero Inter. Es prácticamente una final y la jugamos ante nuestra afición”.
Tanto los jugadores como los técnicos no se cansan de advertir sobre los efectos dañinos de un calendario congestionado.
No hay que buscar más allá del Barcelona y el Inter para encontrar ejemplos.
El defensor azulgrana Jules Koundé sufrió una lesión en el tendón de la corva izquierda en el primer partido y el prolífico Lewandowski viene de una lesión menor en la pierna izquierda.
Lewandowski ha anotado 40 goles esta temporada y necesita un gol más para llegar a los 100 con el Barcelona.
Lautaro Martínez, capitán del Inter, también salió lesionado. Su compañero de ataque Marcus Thuram, quien anotó un magnífico gol de tacón en el primer partido, recién volvió tras una lesión muscular la semana pasada.
El Paris Saint-Germain tiene la esperanza de que Ousmane Dembélé, su máximo anotador con 33 goles, esté en condiciones de comenzar el miércoles. El atacante francés salió cojeando con un tirón menor en el tendón de la corva contra Arsenal en el primer partido de la semifinal en Londres, que el PSG ganó 1-0.
El PSG alcanzó las semifinales la temporada pasada, mientras que Arsenal asoma en esta etapa desde 2009.
El entrenador Luis Enrique ha transformado al PSG en un equipo cohesionado que despliega un futbol elegante desde la salida de Kylian Mbappé al Real Madrid en la pretemporada.
Después de quedarse corto con estrellas mundialmente famosas, hay una creencia genuina entre los aficionados del PSG de que este equipo joven y vibrante finalmente puede ganar la Liga de Campeones habiendo cortado lazos con su era galáctica.
Mucho de eso se debe a la capacidad inflexible de Luis Enrique para generar competencia por los puestos, sin trato favorable como en años anteriores.
Luis Enrique descansó a sus principales jugadores el sábado y restó importancia a la derrota 2-1 en Estrasburgo, el segundo revés seguido en la Ligue 1, aunque con el título de liga ya ganado.
Tiene sus ojos puestos en un premio mucho mayor, pero el PSG no representa la misma amenaza sin Dembélé.


